Personas de visita indicaron que fueron 20 minutos de angustia, pues los reclusos los amenazaron con armas y los obligaron a tirarse al suelo.
“A mí me pusieron la pistola en la cabeza; me dijeron que si volteaba a ver me dispararían. Incluso me llevaron al área de las celdas de visita conyugal, donde se oían gritos y disparos”, explicó un hombre que pidió omitir su nombre.
Los Bomberos Voluntarios tuvieron que atender a varios menores con shock nervioso, que vieron cómo los reos amenazaban constantemente con matarlos si no se callaban.
Cuando los reos salían del penal dejaron tiradas dos granadas de fragmentación M-26 en el interior de las instalaciones, y a pesar de que no tenían espoletas, no estallaron.
En las afueras del penal se enfrentaron al custodio Anacleto Monzón Flores, a quien asesinaron con sus fusiles, e hirieron a la agente de la PNC Arely Floridalma Pérez, quien murió al ingresar en el hospital.
Según Ennio Rivera, director de la PNC, “fue la única que quiso detenerlos”. A juicio de testigos, desenfundó su pistola Glock y logró herir a uno de los reos.
A dos metros de la puerta de ingreso de la cárcel quedaron cascabillos de .9 milímetros, carabina .30 y fusiles, indicaron las autoridades.
Escapan en autobús
Los delincuentes interceptaron un autobús en la entrada a la Granja Canadá, donde se encuentra situado el penal, y al piloto del automotor lo tiraron debajo de un sillón; la acción criminal causó pánico entre los pasajeros.
“Cállense, hijos de la gran p…, dijo el piloto que los fugitivos le gritaban a las personas a bordo.
En el kilómetro 69 hicieron que todos pasaran a otro autobús, mientras ellos continuaron hasta el 76, donde se perdieron entre los matorrales y el río que pasa en la finca Rancho María.
Otro grupo de prófugos se apoderó de una camioneta agrícola y un Honda Accord. La camioneta fue interceptada por agentes de la PNC en la colonia Sebastopol, de la ciudad de Escuintla, donde los tripulantes abrieron fuego, y se inició una balacera.
En el lugar quedó muerto el reo Morris Edgardo Coto Peñati, cuando intentaba internarse en una parcela. En la mano derecha tenía una pistola .9 milímetros.
Repliegue de la Policía
Al activarse la voz de alarma, de inmediato fue reconcentrado todo el personal de la Comisaría de Escuintla y Santa Rosa. En tanto, en la capital, todas las comisarías montaron operativos en las entradas a la ciudad, para revisar vehículos.
Esto provocó un enorme congestionamiento de tránsito, que hasta las 21 horas iba desde el kilómetro 19, Villa Nueva, hasta Palín, Escuintla.
Además, se elevó el helicóptero de la Policía, que inició un intenso rastreo por toda la Costa Sur y nororiente del país.
Minutos después, tropas del Ejército apoyaron a la Policía, y helicópteros de la Fuerza Aérea también rastrearon el área.
La noticia provocó sicosis y temor entre la población, especialmente en la Costa Sur. A nuestra redacción, decenas de llamadas expresaban temor por la masiva fuga de los peligrosos reos.
La razón es que escuchaban decir a los jefes de Policía a través de la radio: “Por favor, hacemos un llamado a la ciudadanía; si miran a alguno de estos prófugos, llamen inmediatamente a cualquier comisaría”.
Añadía: “¡Tengan mucho cuidado; son reos peligrosos y están armados!”
Una mujer, que no quiso identificarse, expresó anoche que un mexicano pagó la reparación de unas lanchas en Izabal, y presumen que las utilizarían los reos para escapar.
Indicó que el hombre señaló que las necesitaba para esta semana, y las pagó en efectivo, por lo que harían la denuncia a la PNC.
Complicidad
Byron Barrientos, ministro de Gobernación, junto a Ennio Rivera, director de la Policía Nacional Civil, arribó a eso de las 16:05 horas al penal.
Al salir, Barrientos acusó al personal de seguridad y administrativo de estar involucrados en la fuga.
El funcionario dijo que los fugados tuvieron que pasar ocho puertas y evadir 24 cerrojos e igual número de candados, y ninguno estaba violentado.
Esto nos indica que hay involucramiento, pues también los custodios no accionaron sus armas, a excepción de quien murió aquí afuera, expresó.
Barrientos dijo: “Esto nos da la certeza de que hubo complicidad del personal del penal, por lo que pedimos a juez competente la captura de todos”.
Recapturados
El ministro indicó que anoche que fueron recapturados Pablo Arturo Ruiz Almengor, Juan Carlos Robles Pérez, Luis Barahona Castillo, Alfredo Carrillo Contreras, Walter Barahona Castillo, Edwin David Dávila Barrera, Carlos Enrique Villalta Luna, alias El Espartaco, y Luis Humberto Arana Saceño.
Mientras tanto, efectivos castrenses y todo el núcleo de reserva, unidades elite del Servicio de Investigación Criminal, Fuerza Especial Policial y Grupo de Acción Rápida, se internaron en el cerro La Inquietud y la finca Las Chapernas, en busca de los prófugos.
Extraoficialmente se indicó que la Policía de Guatemala se comunicó con el director de la PNC de El Salvador, para pedir apoyo y cerrar todas las entradas a ese país.
Una fuente oficial de la Policía indicó que, según uno de los reos, la “misión” era llegar a México, aunque un grupo de fugados prefirió ir a El Salvador.
Al cierre, la PNC continuaba los rastreos en la Costa Sur. Entre tanto, los recapturados fueron trasladados al Centro Preventivo para hombres de la Zona 18.