El robo quedó al descubierto luego de que la Superintendencia de Bancos (SB) presentó al Ministerio Público (MP) una denuncia en contra de Abadio por lavado de dinero.
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Las primeras revisiones de los documentos presentados a la Fiscalía sorprendieron a los investigadores, quienes esperaban que el entonces fiscal general, Carlos de León, no obstaculizara las investigaciones, ya que tenía amistad con Abadío.
Para algunos empleados la operación fue conocida como “Operación Abadío”.
Cómo operaban
Las investigaciones del MP arrojaron que el plan Abadío era en contubernio con sus hijos Byron y Junior, quienes montaron la red integrada por 24 personas, en donde estaba también el hermano del exfuncionario, Miguel Ángel Abadío Molina, esposas, nueras y algunos amigos. Estos reportaron que habían prestado servicios a la SAT, con lo cual sacaron el dinero de las arcas de la institución y lo colocaron en sus cuentas bancarias, para luego trasladar los depósitos a cuentas familiares.
Una de las empresas de la familia Abadío, denominaba Go Grafics One, Abagui y Litografía Free Hands fueron las que presentaban facturas falsas, las cuales eran pagadas por la SAT.
Las investigaciones
El 25 de Febrero 20104 se dio a conocer que parte del dinero robado en la SAT había sido utilizado para financiar la campaña electoral de Alvaro Colom y la Unidad Nacional de la Esperanza.
En un sector exclusivo de la zona 16 se descubrió que Abadío estaba construyendo una vivienda en un terreno valorado en más de Q1 millón; también se descubrió la construcción de un centro comercial y que poseía una gasolinera en Siquinalá, Escuintla.
El 9 de febrero de 2004 Abadío viajó a Miami, Estados Unidos, días antes de que se anunciara el robo de 53 millones de la SAT, mientras su hijo Junior Vinicio Abadio Carrillo viajó a Los Ángeles California el 12 de febrero 2004, mientras el resto de la familia se había quedado en Guatemala.
Captura de Abadío
Abadío Molina fue detenido la anoche del 14 de julio 2004 en una residencia ubicada en la lotificación Hacienda Real, Santa Rosita, zona 17.
Al ser detenido por agentes de la Polícia Nacional Civil y fiscales del MP se le pudo observar que se veía cansado, pálido y con aliento a licor. Se le decomisaron Q260 mil en efectivo.
Las primeras palabras que Abadío expresó fueron: “Mis abogados van a desvanecer las acusaciones que me están haciendo. Le estaba pidiendo a Dios que esto sucediera”. Añadió: “Le doy gracias a Dios por darme esa tranquilidad; sé que soy inocente”.
Nery Medina, juez noveno de Instancia Penal, luego de escucharlo en la primera declaración le dicto cárcel preventiva por cuatro delitos: fraude, peculado, lavado de dinero y concusión.
Abadío fue sindicado de haber entregado un cheque por Q1 millón 500 mil a la UNE.
El fiscal Federico Bethancourt, a cargo de a investigación contra Abadío Molina ,señaló que había bastante evidencia de los hechos cometidos por el ex superintendente, que eran lavado de dinero y otros activos.
4 de enero de 2005
Junior Abadío Carrillo, sindicado del desfalco de Q25 millones, fue deportado de Estados Unidos, país al cual huyó en 2004.
23 de mayo de 2005
Junior Vinicio Abadío Carrillo, prófugo de la justicia, fue señalado por el Ministerio Público de ser la pieza clave en el caso de lavado de dinero de la SAT. Teíia en bancos del sistema Q25 millones, los cuales fueron inmovilizados.
Condenados
El 20 de abril de 2007 los jueces Morelia Ríos, Bélgica Deras e Isaías Figueroa hallaron culpables a Abadío quien debía purgar 30 años de cárcel, y sus dos hijos de los delitos de concusión, fraude, peculado y lavado de dinero. Junior fue condenado a 15 años de prisión, y Byron debía purgar seis años.
Nuevo caso en la SAT
El 16 de abril de 2015 fue desarticulada una red dedicada a la defraudación aduanera, dirigida supuestamente por el secretario privado de la vicepresidenta Roxana Baldetti.
La banda la integraban 17 personas, entre ellas Álvaro Omar Franco Chacón, jefe de la Superintendencia de Administración Tributaria, y el extitular de esa institución, Carlos Enrique Muñoz Roldán; además, Francisco Javier Ortiz, alias Teniente Jerez, quien estuvo ligado a la red del fallecido Alfredo Moreno.
La estructura era controlada por funcionarios y particulares, que tenían contactos con de tramitadores aduaneros que les facilitaban pagar menos impuestos.
Según investigaciones, la estructura era controlada y liderada por el binomio presidencial integrado por Otto Pérez Molina y Badetti, quienes fueron capturados y llevados a juicio.