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Gerardi descansa en Catedral Metropolitana

“Nosotros seguiremos con el Rehmi”, dijo monseñor Mario Ríos Montt el 24 de abril de 1999,  casi un año después del crimen contra el obispo auxiliar Juan José Gerardi  Conedera.

El 13 de abril de 2013 los restos de monseñor Gerardi fueron trasladados al interior de Catedral Metropolitana. (Foto: Hemeroteca PL)

El 13 de abril de 2013 los restos de monseñor Gerardi fueron trasladados al interior de Catedral Metropolitana. (Foto: Hemeroteca PL)

Dicha afirmación coincidía con la labor póstuma de Gerardi al frente de la Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado (Odha), y cuyo punto final fue la presentación del Rehmi, un documento-archivo de las masacres del conflicto armado interno de Guatemala.

En su edición del 25 de abril de ese año, Prensa Libre dedicó una sección especial titulada “Un año sin respuestas”. El objetivo fue dar a conocer que muchas de las pesquisas del crimen contra Gerardi no avanzaban.

Entretanto, cientos de feligreses conmemoraron el 24 de abril el primer aniversario del martirio de Gerardi, ocurrido el 26 de abril de 1998. Entre las actividades estuvieron la visita a la cripta en las catacumbas de Catedral Metropolitana, donde descansan los restos del obispo; la colocación de cientos de veladoras y la visita a la casa parroquial de San Sebastián, donde fue asesinado el obispo.

Entre los asistentes estaban Carmen, la hermana de Gerardi, quien, junto a Ríos Montt también llevó su propia luminaria a la Plaza Central.

Informe

A las 17 horas el entonces arzobispo metropolitano, Próspero Penados del Palacio, recordó cómo hacía un año que el informe Recuperación de la Memoria Histórica (Rehmi) había sido entregado por Gerardi. Además, recordó a las miles de víctimas del conflicto armado que figuran en dicho documento el cual, como se sabe, fue supervisado personalmente por Gerardi.

Entre los asistentes al primer aniversario de la entrega del Rehmi, y por ende de la muerte de Gerardi, se encontraban el entonces procurador de los Derechos Humanos, Julio Arango Escobar.

Ese 24 de abril de 1999 también fue bendecido y abierto al público el “monumento a la dignidad de las víctimas”, consistente en miles de nombres estampados en placas de mármol que revisten las columnas del atrio catedralicio.

Su tumba final

La sepultura de monseñor Gerardi no podía quedar oculta y anónima en las catacumbas de la Catedral, donde también han sido inhumados obispos y algunos líderes políticos.

Finalmente, los restos de Gerardi descansan desde el 26 de abril de 2013 en la capilla dedicada a San Sebastián, el soldado romano martirizado por sus propios compañeros por haberse convertido al cristianismo.

El lugar elegido dentro de la Catedral no es casualidad, debido a que monseñor desarrolló buena parte de su labor pastoral en la iglesia de San Sebastián, en cuya casa parroquial fue asesinado.

En la Catedral su tumba comparte espacio con las de los prelados Rodolfo Quezada Toruño, Próspero Penados del Barrio y Marino Rosell Arellano.

Manifiestan repudio

Estas fueron algunas de las manifestaciones internacionales en 1998 por la muerte de Gerardi:
Desde Perú: La muerte de monseñor Gerardi es lamentable y muestra la inseguridad en que vivimos los defensores de los Derechos Humanos, dijo Ricardo Soberón, activista.

Costa Rica: Condenamos este crimen atroz y ojalá no detenga la marcha de Guatemala hacia la paz, dijo el Gobierno. Expresamos nuestra más firme condena por el asesinato del obispo auxiliar de Guatemala.

Argentina: Nos duele a todos. Era un gran defensor de los Derechos Humanos, expresó el Premio Nobel de la Paz 1980, Adolfo Pérez Esquivel.

Bolivia: La Iglesia Católica condenó el asesinato de monseñor Juan Gerardi. Lamento mucho que la violencia haya acabado con un defensor de la vida y los derechos humanos, apuntó monseñor Julio Terrazas.

Brasil: No quieren que se conozca la verdad, declaró el obispo de Sao Paulo, Félix de Araguia, en Mato Grosso.

Honduras: Es un crimen condenable, es una barbaridad lo que han hecho, dijo el presidente del Secretariado Episcopal Centroamericano, SEDAC, monseñor Luis Corriveau.

Nicaragua: La primera reacción que tenemos es de inmenso dolor por este asesinato atroz y nos solidarizamos con la iglesia y el pueblo de Guatemala, dijo el vicario Eddy Montenegro.

Colombia: Trabajó muy duro en la zona más conflictiva de Guatemala, con los indígenas en el Quiché, dijo el secretario del Consejo Episcopal, Jorge Enrique Jiménez.

Inglaterra: La organización Amnistía Internacional expresó: Aquellas personas en la Iglesia, como el obispo Gerardi, que han intentado denunciar las violaciones, incluyendo ejecuciones extrajudiciales masivas, sufridas por civiles no combatientes a manos del Ejército, sufrieron frecuentemente amenazas y violaciones ellas mismas.

Panamá: Todo asesinato es un paso atrás en la búsqueda de la paz, aseguró el obispo auxiliar Fernando Torres.

Estados Unidos: El gobierno del presidente Bill Clinton expresó en un comunicado que deplora este absurdo acto de violencia, particularmente contra un obispo, quien, durante mucho tiempo, fue un defensor de los Derechos Humanos y luchó por la reconciliación nacional.

Labora pastoral de monseñor Gerardi y el Remhi, su obra póstuma. (Video: tomado de Youtube)

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