Más de dos siglos han transcurrido desde el traslado, y la Nueva Guatemala de la Asunción ha pasado de estar formada por unas cuantas calles y unos miles de habitantes, a ser la más grande y poblada de Centroamérica y el sur de México. Durante el mes de agosto en Hemeroteca de Prensa Libre, le compartimos un recorrido por los edificios y calles más emblemáticos de la ciudad. Hoy recordamos algunos de esos lugares maravillosos de nuestra capital.
Monumento de altura
Obra emblemática capitalina, la Torre del Reformador es una de las numerosas construcciones que se erigieron durante el gobierno de Jorge Ubico, con el fin de conmemorar el centenario del natalicio de Justo Rufino Barrios, el 19 de julio de 1935. Sin embargo luego de cumplir 80 años, no luce sus mejores galas.
El gobernante Ubico buscaba por medio de esta y otras construcciones modernizar la ciudad capital. El período ubiquista (1931-1944) se caracterizó, sobre todo a partir de 1937, por una etapa de intensa construcción estatal, que modificó la fisonomía de la ciudad y continuó con el patrón urbano tradicional respecto de su localización central.
La torre se exhibió en la Golden State International Exposition, en San Francisco, California, en 1933, y fue desarmada y enviada a Guatemala para ensamblarse de nuevo al seguir las marcas de cada pieza.
Se bautizó como Torre Conmemorativa del 19 de Julio, día de su inauguración, con una inversión de Q49 mil 775.60, aportados por la Dirección General de Obras Públicas.
El festejo histórico contradice la creencia de que el monumento es una réplica de la torre parisina Eiffel, ya que no existen muchas similitudes entre ellas, excepto de que ambas son metálicas, la de Francia es mucho más alta —mide 300 metros— y es de hierro sin galvanizar, por lo que es presa de corrosión, algo que no ha ocurrido con la del Reformador.
El palacio de las cinco letras
La obra más importante para Jorge Ubico, fue la última en ser inaugurada, el 10 de noviembre de 1943.
Jorge Ubico nació en la ciudad de Guatemala el 10 de noviembre de 1878, sus padres se llamaban Arturo Ubico y Urruela y Matilde Castañeda. A los pocos di?as de su nacimiento, el nin?o fue bautizado por el presbi?tero A?ngel Mari?a Arroyo, destacado integrante de la Asamblea Legislativa y persona de la confianza del presidente de la Repu?blica, en la casa de este, quien seri?a el padrino del recie?n nacido, a quien se le impuso el nombre de Jorge.
El ma?s importante de los edificios fue el u?ltimo de todos en ser inaugurado: el Palacio Nacional, que se comenzo? a construir en 1939. Fue levantado al estilo del Renacimiento espan?ol, tan del gusto del mandatario, con la direccio?n de los ingenieros Rafael Pe?rez de Leo?n, Enrique Riera y Arturo Bickford.
El edificio fue dotado de verdaderas obras de arte, tales como los vitrales del maestro Julio Urruela Va?squez, tan maltratados por un atentado terrorista a principios de la de?cada de 1980.
Santuario de la Emperatriz de América
Cada diciembre, el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe recibe a una gran multitud que se acerca a venerar a la Virgen Morena. Sin embargo muchas veces desconoce los detalles históricos y elementos artísticos del templo.
El primer santuario fue inaugurado el 9 de diciembre de 1793, según se lee en una placa colocada con ocasión del primer centenario de la edificación del anterior templo, destruido por los terremotos de 1917-1918.
La construcción del segundo edificio se inició en 1926, y fue inaugurado el 11 de noviembre de 1952, con la consagración del altar mayor por el nuncio apostólico monseñor Jenaro Verolino.
Templo de Nuestra Señora de las Mercedes
Transcurría el mes de julio de 1773, cuando un conjunto de fuertes sismos golpeó la ciudad de Santiago de los Caballeros. Los terremotos de Santa Marta, habían reducido a escombros la mayoría de inmuebles de la capital del Reino de Guatemala.
Luego de realizar las consultas necesarias entre traslacionistas y terracionistas, se decidió que lo mejor sería trasladar la ciudad al Valle de La Ermita, instituciones, vecinos y órdenes religiosas entre estas la mercedaria se establecieron en sus nuevos terrenos.
En julio de 1778, como una medida de presión a los vecinos que se negaban a instalarse en la nueva ciudad, se trasladó la Consagrada imagen de Jesús Nazareno, acompañado de la imagen de Nuestra Señora de las Mercedes. Los antigüeños despidieron la imagen del señor con una profunda tristeza en el puente del Matasano. La caravana arribó dos días después a la ciudad de Guatemala. Esto en efecto propició que numerosas familias que vivían en Santiago, se trasladaran al “Valle de la Virgen”.
Monumento al pasado
Uno de los pulmones naturales de la capital es el Hipódromo del Norte, ubicado en la zona 2, el cual cuenta con espacio suficiente para actividades de entretenimiento familiar, lectura, descanso o ejercicio.
Aunque ya no luce el esplendor de antaño, uno de sus atractivos sigue siendo su ubicación; un paseo gratificante sin salir de la ciudad y en donde se puede apreciar la naturaleza, no le cae mal a nadie.
Durante más de un siglo el Hipódromo ha sido un lugar de cohesión familiar, pese a que su conservación, a cargo de la municipalidad, no ha marchado al paso apresurado como el de su destrucción.
En este parque caminaron personajes nacionales, como Jorge Ubico, Rafael Carrera y Miguel Ángel Asturias, entre otros; incluso se cuenta que el ex presidente Jacobo Árbenz Guzmán conoció ahí a su esposa, María Cristina Vilanova, durante una feria de agosto cuando él era cadete. José Milla y Vidaurre, en su libro Cuadros de Costumbres, describe escenas de cuando asistió al Hipódromo, acompañando a unas personas de un pueblo, y admiró su belleza.
Un paseo histórico por la Calle Real
Una frase que ha sido muy común de la sociedad guatemalteca es “vamos a la Sexta” o “vamos a sextear”, la cual significa hacer un recorrido por ese emblemático lugar; que en un tiempo era el punto de referencia de grandes almacenes costosos.
Ha tenido tanta influencia entre los guatemaltecos a través del tiempo, que se llegó acuñar el término sexteo o sextear, para el conocido paseo por la Sexta Avenida, donde se encuentra todo tipo de productos y servicios.
No es cualquier calle, tiene muchas cosas por las que es considerada importante. Fue la primera dirección de la ciudad y también donde se colocó por vez primera el alumbrado público. El escritor José Milla hace referencia a la avenida en una de sus obras, dijo “ella que se empeñaba en seguir llamándose Calle Real, era la más famosa de todas. Partiendo de San Francisco, va en línea recta a desembocar en la plaza mayor, formada por dos hileras de espaciosas y cómodas construcciones”. En el siglo XVII, era de pequeñas dimensiones, tenía únicamente 600 varas de largo.
En los inicios de la Nueva Guatemala de la Asunción, se le bautizó Calle Real (1776-1863), ese nombre recibía por la construcción del Palacio Real, pues conducía a la sede del Gobierno. Además, era la calle que pasaba frente a las residencias de la alta sociedad.
Punto de identidad del Centro Histórico
Conocido por los guatemaltecos como Portal del Comercio, constituye la última intervención arquitectónica frente a la plaza central, y que a la fecha es uno de los lugares de tradición a donde acuden los guatemaltecos a realizar sus compras.
Han pasado más de cien años y “el Portal” mantiene su importancia citadina. El edificio actual fue construido en 1924, luego que los terremotos de 1917 y 1918 destruyeran el anterior inmueble que perteneció al marqués Juan Fermín de Aycinena e Irigoyen, quien estableció varios locales comerciales en dicho lugar.
Cabe mencionar que sus instalaciones albergaron las oficinas de Correos y Telégrafos, las cuales fueron trasladadas al edificio actual ubicado en la 12 calle y séptima avenida de la zona 1.
Durante el mes de enero de 1924 se inició la construcción de un nuevo Portal, diseñado por Pedro Domerque. A partir de entonces fue utilizado con fines comerciales después de haber sido adquirido por la familia Asturias Rubio.