Cuando cuenta su historia topa con un nudo ciego donde relaciona al INCA (Instituto Normal de Señoritas Centro América) con una señora llamada Alicia Núñez, la campaña del candidato Carlos Arana (presidente de 1970 a 1974) y una plaza laboral que le ofrecieron pero nunca le dieron.
Entre la incoherencia de algunos instantes y la verdad de su circunstancia y su poesía, la escritora, Premio Nacional de Literatura 2001, participó en una conferencia de prensa convocada por el Ministerio de Cultura y Deportes.
Muchos la conocen porque siempre camina por la zona 1.
“Yo no me puedo estar sólo encerrada. Me aburro demasiado. Salgo, si no, me desespero. Vendo poemas y lapiceros y ando viendo qué hago”.
Cuenta que escribe poesía desde la secundaria (nació en Chiquimula, el 3 de junio de 1945) y que ha roto muchos textos. “Creí que no me los iban a publicar. Por el problema aquel del MLN y Arana. Hasta sentí que me iban a seguir para malmatarme”.
¿A qué hora escribe?
“Me gusta más la tarde o la noche, pero ahorita me convertí en una persona de la mañana, porque uno tiene que disfrutar lo que hace y para la poesía tengo una capacidad total”.
¿Qué escritores le gustan más?
“Neruda me gusta más en verso libre y al entrar a la poesía medida, Rubén Darío y Quevedo son una belleza, una lindura que uno se extasía. El Siglo de Oro español, Garcilaso de la Vega; las Églogas son una belleza…”.
Isabel trajo fotocopias del manuscrito de un cuento surrealista, “La muerte de la prestamista”, sobre una familia feliz que se encuentra con un orangután.
¿Desde cuándo escribe cuento?
“Estoy en proceso de cambio. Sigo escribiendo poesía pero estoy luchando con la técnica del cuento. Son como mis tanes, voy avanzando”.
¿Qué sintió cuando se enteró que ganó el Premio Nacional de Literatura?
“Cuando llegó Paco (Francisco Morales Santos, escritor) me puse muy nerviosa. Me dio una carta misteriosa, que decía que llegara al ministerio por un asunto de mi interés personal. Yo me asusté. Esa fue la primera vez”.
¿Y cómo se enteró?
“Bajo la buganvilla uva del Parque Centenario, entró Paco y me dijo que me había ganado el premio. Y por los periódicos me enteré también. Me sentí feliz”.
¿Ya le entregaron el dinero del premio?
“Sí, me lo dieron y ya lo deposité en el banco”.
Isabel llevó varios legajos de poemas inéditos que la Editorial Cultura publicará el próximo año.
“Yo soy la que atraviesa los sueños” -un poema suyo- leía en voz alta, aunque nadie más parecía escucharla, pocos minutos antes de que esta conversación comenzara.
Isabel Ruano fue designada Premio Nacional de Literatura el 2 de octubre de 2001, por su “coherencia de vida y obra”.
La escritora nació en 1945, residió varios años en México. En 1979 asistió a un homenaje a Alfonsina Storni, en Argentina. En esa ocasión entrevistó a Jorge Luis Borges. Publicó poemas en El Imparcial y El Gráfico. Tiene varios poemarios inéditos.
“Cariátides”, “Canto de amor a la ciudad de Guatemala” y “Torres y tatuajes” son sus poemarios publicados.