Viñals, quien estuvo acompañado por 10 montañistas de diferentes nacionalidades, entre ellos, la suiza Evelyne Binsack, así como de seis sherpas (guías), tardó 53 días en lograr la hazaña.
Durante el ascenso, Viñals encontró diversas dificultades, pero fueron las bajas temperaturas de aproximadamente 40 grados bajo cero, lo que hizo más tardada la subida.
En algunos puntos de la ruta, que fue trazada sobre el collado Norte, los aventureros afrontaron tormentas de nieve y vientos superiores a los 78 kilómetros por hora.
Hacia la cumbre
El pasado martes, Viñals emprendió el ascenso hacia la cumbre, y fue hasta ayer cuando se consumó el sueño que este guatemalteco comenzó a constuir, cuando a finales de la década de los años ochenta dio sus primeros pasos como montañista.
Después de estar algunas horas en la cumbre, Viñals y el resto del grupo descendieron al campamento 3, ubicado a 7 mil 900 metros de altura, donde recibieron tratamiento especial. El lento descenso hacia el campamento base inició al día siguiente.
Hazaña
Desde ayer por la mañana, la bandera de Guatemala ondea en el Monte Everest, a 8 mil 848 metros sobre el nivel del mar. Jaime Viñals, después de una larga lucha de 53 días, completó la conquista de las siete cumbres más altas del mundo y se integró al grupo de montañistas en lograr tal hazaña.
El guatemalteco dio fin a un objetivo para el cual trabajó durante muchos años. Sobresalen dos frustrados intentos de alcanzar la cumbre de dicha montaña, que alcanza los 8,848 metros.
En la primera ocasión, el intenso frío y el cansancio no le permitieron llegar más que a una altura de 8,450 metros, quedándose a 398 metros de la cima.
Por el afán de completar las siete cumbres, el guatemalteco retornó a Nepal para intentar, por segunda vez, el cometido. Esta fue menos exitosa, puesto que sufrió un accidente cuando cruzaba un puente artificial. En esa oportunidad, Jaime llegó a los 7 mil metros, y debido a las lesiones que sufrió, abortó la expedición. Para el chapín fue uno de los momentos más difíciles de su carrera.
Confirman noticia
El guatemalteco, junto a otros siete alpinistas, llegó a la cumbre del Monte Everest a eso de las 8:30 horas de Nepal. La noticia fue trasladada por un colombiano de una expedición vecina, explicó Patricia Letona, coordinadora de la empresa Terra.
De acuerdo a la información, Viñals y el resto del equipo retornaron ayer al campamento tres, ubicado a 7,900 metros. Cada uno de los escaladores fue envuelto en frazadas térmicas y asistidos con oxígeno para evitar daños cerebrales.
Jaime Viñals habla sobre su experiencia en el montañismo. (Video: tomado de Youtube)
Las siete cumbres
- La primera en conquistar por Viñals fue el Aconcagua, 6,962 mts, el 14 de enero de 1995, con una duración de 10 días.
- Luego el McKinley, 6,194 mts., 8 de julio de 1995, para lo cual ocupó 30 días. Continuó el Kilimanjaro, 5,895 mts., el 15 de noviembre de 1997 y duró en hacerlo 19 días.
- Siguió el Elbrus, 5,642 mts., el 20 de julio de 1998 y tardó 12 días. Después el Carstensz, 5,030 mts., el 25 de octubre de 1999, y la expedición se prolongó a 19 días.
- Correspondió al Vinson, 4,897 mts., el pasado 9 de diciembre de 2000, con una duración de 45 días; y finalmente el Everest, 8,848 mts., el 23 de mayo de 2001, para el que ocupó 53 días.
Antes del viaje
Previo a realizar el viaje a Nepal, Jaime Viñals conversó con Prensa Libre y expresó sentirse más maduro para cumplir con el sueño, al cual ha dedicado toda su vida.
“Estoy muy entusiasmado, ya que implica conquistar la séptima cumbre más alta del mundo. Para eso me he preparado física y mentalmente”, aseguró en ese entonces el montañista. Recordó sus primeros pasos en este deporte: “Nunca me imaginé estar luchando en la conquista de las cumbres. Lo que quería hacer era gozar la montaña y subir todos los volcanes de Guatemala”.
“Después incursioné en los nevados de México y Sudamérica. Una cosa me llevó a la otra, y lo que hice fue adquirir experiencia, la que me ha servido para hacer cosas más grades”, aseguró.
Para evitar una frustración en este tercer intentó, Viñals expresó: “No cruzaré escaleras. En la ruta que tomaré esta vez no existe ese tipo de puentes artificiales, caminaré muy despacio, para que mi proceso de aclimatación sea más lento y haré las cosas sin precipitarme”.
Lo planificado por el montañista nacional se cumplió a cabalidad, ya que después de 53 días de intenso esfuerzo hizo realidad su objetivo.