El miércoles, denominado “de Chilate”, y el Jueves de Corpus Christi, un día después, es el encuentro de dos celebraciones que muestran el sincretismo religioso que predomina en la población achí, ya que la primera fecha es un ritual prehispánico dedicado a la lluvia, mientras que el segundo, una celebración de la Iglesia Católica para conmemorar la Eucaristía.
El cronista local Virgilio Yol contó que el miércoles de Chilate es parte de la cosmovisión maya, y se celebra con la bebida del mismo nombre, la cual se prepara con maíz, al que se le agrega cacao. Estos dos productos fueron y siguen siendo parte importante de los festejos indígenas, resaltó.
Yol recordó que desde hace más de dos décadas, esta celebración tiene más relevancia porque los maestros de ese municipio comenzaron a enseñar a los estudiantes sobre las danzas locales.
“No es solo para la celebración, sino como una forma de trasladar la tradición y cultura a las nuevas generaciones, y así evitar que desaparezca”, expuso.
Además de las danzas, se lleva a cabo la procesión del Divino Señor, exposición cultural y velación de máscaras.
En tanto, el miércoles, sacan en procesión las imágenes de patronos de las diferentes cofradías, y hay desfile de danzas, las cuales se celebran con chilate.
El jueves sale la procesión del Santísimo, acompañado de las imágenes de las 16 cofradías.
Alan Breton, investigador de la cultura maya Achí, comentó que la danza del Chilate tiene origen prehispánico, pero tras la Conquista surgió la leyenda de que los bailadores viajaron bajo tierra, en los tiempos de oscuridad, desde Jerusalén hasta Rabinal, y al salir a la superficie encontraron al Divino Señor, sentado frente a la iglesia, por lo que empezaron a bailar y al verlos se sonrió, y ellos lo llevaron al altar mayor. En ese momento el sol de la nueva era iluminó el valle.
Por esa razón, el baile del Chilate es el único al que los bailadores se les permite que usen máscaras dentro del templo.
Bebida de tradición
El chilate es una bebida de maíz que adquiere diferentes sazones y modos de preparar en varias partes de Mesoamérica. En Rabinal se cocina con agua de ceniza y su uso es puramente ceremonial.
Ha profundizado tanto el folclore y las tradiciones de ese municipio, que los pobladores celebran en la víspera de Corpus, el Miércoles del Chilate.
La receta de Rabinal consiste en poner a cocer el maíz en agua con ceniza. Cuando está a punto se saca del fuego y se lava antes de llevarlo al molino de nixtamal, donde se muele, y se le agrega agua para que tenga la consistencia del atol.
Posteriormente se cuela por medio de una manta limpia, para separar la cáscara de los granos de la mezcla del maíz y ceniza.
El resultado de este compuesto es llamado raxa, y una parte es puesta a hervir mientras se revuelve constantemente.
Al llegar al punto de ebullición se le agrega el restante de raxa para que adquiera espesura.
El proceso de preparación dura tres horas, y el chilate está listo para beber y es servido en coloridos recipientes.