Prensa Libre imprimió su primer ejemplar el 20 de agosto de 1951. Sin embargo, para saber con detalle los inicios de este periódico, es necesario regresar en el tiempo, un poco antes de la citada fecha. El lugar: las instalaciones de Nuestro Diario, un medio de prestigio y tradición que por razones políticas dejó de ser independiente.
Pero quienes luego fundarían Prensa Libre —entonces colaboradores de aquel periódico—, no compartían la visión del gobierno de turno, por lo que, mediante el ejercicio periodístico, tomaron una actitud desafiante.
Despedidos
El resultado fue la destitución de Pedro Julio García, a principios del mes que lleva su nombre. Sus colegas se solidarizaron con él de inmediato, por lo que también los despidieron. Contreras Vélez, según narra en una columna que escribió el 3 de agosto del 2000, le propuso a Pedro Julio fundar un periódico, “porque una panadería no sabrían ni cómo manejarla”.
Luego, Contreras Vélez y Girón Collier empezaron a reunir entre amigos el dinero que les correspondía cubrir: Q9 mil —Q1 mil 500 cada uno de los accionistas— para la compra e instalación de la Redacción y área administrativa.
De acuerdo con Contreras Vélez, solo pudieron reunir un capital “paupérrimo, por no decir ridículo”, pues no alcanzaba para fundar un periodico.
“Final y satisfactoriamente, obtuvimos un capital que para dar vida a un periódico, agregando los Q6 mil acumulados por los echados de Nuestro Diario y Q3 mil restantes por los ‘magnates’ Isidoro Zarco Alfasa y Alfonso Rodríguez que fueron los únicos suficientemente acaudalados para dar cada uno de ellos un cheque por Q1 mil 500”, escribió en la misma columna Contreras Vélez.
De esa manera nació Prensa Libre, que en aquellos primeros años fue un medio vespertino. Sus primeros ejemplares salieron de la Imprenta Iberia, propiedad de Rodríguez. Así fue hasta 1953, cuando este diario trasladó su sede a una casa propia, en la 9a. avenida y 13 calle, también en la zona 1 capitalina, donde se encuentra hasta hoy.
Allí ya se contó con una editorial propia que constaba de una prensa plana, un linotipo, un taller de fotograbado y oficinas.
La Redacción
El personal que encabezaba el diario lo integraban Pedro Julio García, director; Álvaro Contreras Vélez, subdirector; Alfonso Rodríguez Muñoz, gerente; Isidoro Zarco, administrador. Los reporteros eran Óscar Rolando Cruz Morris, Julio Mansilla Gutiérrez y Haroldo López Valdizón.
En tanto, Trudy Singer fungía como cronista social, mientras que Salvador Girón Collier y Carlos Larrañaga Gomar estaban a cargo de Deportes. Mario Sandoval Figueroa fue, al principio, cronista parlamentario, y más tarde, jefe de Redacción, pero siempre se destacó por su columna Claraboya.
La Redacción también estaba formada por Jorge Palmieri, cronista de espectáculos y Augusto Monterroso, caricaturista.
Ocho páginas
El primer ejemplar de este diario constaba de cuatro páginas de anuncios y ocho de lectura.
Los primeros anunciantes fueron United Fruit Company, Cervecería Centroamericana, Pastelería Simón y los almacenes Micasa, El Cairo, Cantel, León Guttman, Calzado Cobán, Elizabeth Arden y A. Lamport y Co., entre otros. Con el paso del tiempo, numerosas empresas han contribuido al crecimiento de este medio de comunicación.
Dicha publicidad da idea del contexto económico y político y de la época.
Asimismo, se puede mencionar que las primeras suscripciones valían Q1, y el primero en comprarla fue Salvador Molina, entonces administrador del Teatro Capitol, quien la adquirió por un año.
En aquel entonces, Prensa Libre tenía un tamaño promedio entre el tabloide y el conocido como sábana. El tiraje oscilaba entre los tres mil y cuatro mil ejemplares, a un precio de cinco centavos cada uno.
Tarea difícil
Arrancar con la empresa periodística, sin embargo, no fue fácil, pues Guatemala estaba inmersa en múltiples convulsiones políticas, heredadas de la Revolución de 1944.
Un movimiento internacional se desplazaba desde Washington hasta el Cabo de Hornos, Chile, para derrocar al go bierno del presidente Jacobo Árbenz Guzmán, quien era considerado enemigo de Estados Unidos y aliado de la extinta Unión Soviética, naciones que tenían una enorme rivalidad.
Luego, en junio de 1954, fue derrocado Árbenz. Después de aquel acontecimiento, y en un corto lapso, Guatemala atravesó por el gobierno de cuatro juntas militares, tres triunviratos y un quinteto.
El acomodo llegó el 24 de julio de ese año, cuando asumió como presidente de la República el coronel Carlos Castillo Armas, electo mediante plebiscito. Ese gobernante, sin embargo, fue asesinado en la Casa Presidencial, la noche del 26 de julio de 1957. El magnicidio nunca fue esclarecido.
Efectos económicos
En los últimos 66 años, la situación económica del país ha evolucionado en forma caótica. Prensa Libre ha difundido todo ese acontecer al país y el mundo. Por ejemplo, para 1951 el quetzal tenía una equilibrada paridad con el dólar estadounidense. Incluso, en esos tiempos, la moneda nacional era más cara que la divisa de Estados Unidos.
Desde 1954 empezaron los problemas económicos. El primer gran síntoma fue la devaluación de 1970, cuando la moneda empezó a cotizarse en Q2.50 por dólar, hasta llegar a nuestros días con una tasa que en ocasiones supera los Q8, y eso que por etapas se ha manejado en forma artificial.
Esos efectos han hecho más grandes las brechas sociales. Asimismo, cada vez hay más desempleo y hambre. También se siente que cada día hay más déficit habitacional y que los servicios públicos —educación, salud o transporte, por ejemplo— carecen de cobertura y calidad.
La delincuencia común y el crimen organizado son los grandes males de la época, pese a que en cada temporada electoral los políticos prometen hasta el cielo, y luego, poco o nada cumplen.
Todo esto se ha conocido por medio de las páginas periodísticas publicadas por Prensa Libre, que lo ha hecho con absoluta objetividad.
Los años perdidos
La década de 1980 fue, en especial, conflictiva en el ámbito político nacional. Había terror militar. Al mando estaba Romeo Lucas García (1978-1982), cuyo gobierno se concentró en la represión de la guerrilla y cualquier movimiento social o persona que lo criticara.
El 31 de enero de 1980, un grupo tomó la Embajada de España, para protestar contra la crueldad que se desataba en Quiché. Luego la Policía ingresó por la fuerza, y más tarde se inició un incendio en el que murieron calcinadas 37 personas, entre ellas Vicente Menchú, padre de Rigoberta Menchú Tum.
El 23 de marzo de 1982 hubo un golpe de Estado. Lucas García fue derrocado por militares jóvenes y luego se instaló un triunvirato encabezado por Efraín Ríos Montt, quien tomó el poder el 9 de junio de 1982. Mientras este gobernaba, el papa Juan Pablo II visitó el país por primera vez.
En 1983 —el 8 de agosto—, hubo otro golpe de Estado y asumió la jefatura de Estado el general Óscar Humberto Mejía Víctores. Este convocó a elecciones para una Asamblea Nacional Constituyente.
Después se programaron elecciones presidenciales para noviembre de 1985 y fue creada la Procuraduría de los Derechos Humanos.
En segunda vuelta, la Democracia Cristiana ganó las elecciones. Al frente estaba Marco Vinicio Cerezo Arévalo, quien asumió la Presidencia el 14 de enero de 1986, con lo que se marcó el final de la era militar.
Con esa apertura democrática, la libertad de expresión experimentó una mejoría.
El nuevo siglo
Hubo una amplia cobertura a los escándalos de corrupción ocurridos durante la gestión de Alfonso Portillo (2000-2004) o el fallecimiento en Miami del expresidente Ramiro de León Carpio, el 17 de abril del 2002. Asimismo, destaca la tercera visita del papa Juan Pablo II, el 29 de junio de ese año.
También hubo episodios lamentables para el periodismo guatemalteco, cuando el 24 y 25 de julio del 2003 —llamados Jueves Negro y Viernes de Luto, respectivamente—, enardecidas turbas del partido Frente Republicano Guatemalteco arremetieron contra reporteros de los medios de comunicación.
Panorama internacional
Las noticias internacionales también han sido parte fundamental de la cobertura de Prensa Libre. Para ello se vale de sus reporteros y del monitoreo de los cables enviados por las agencias noticiosas internacionales.
Se ha informado, por ejemplo, de los ataques terroristas contra las torres del Centro Mundial del Comercio en Nueva York, y el Pentágono, Virginia, y de los ocurridos en Madrid, España, así como la oleada terrorista que se cierne sobre Europa, especialmente Francia.
También hubo amplia cobertura acerca de la firma del Tratado de Libre Comercio entre Centroamérica y Estados Unidos, o los terribles daños causados por la tormenta Stan, en el 2005, o el paso de Ágatha.
Actualidad
Sin duda, internet ha abierto nuevas formas de comunicación a escala mundial. El periodismo, claro, ha evolucionado. De esa cuenta, el 17 de enero de 1996 se publica en línea el sitio web de Prensa Libre el cual se actualiza con los avances tecnológicos hasta el 1 de marzo del 2015, en que presenta a sus lectores un nuevo diseño en su página web, que se hizo más atractiva y con nuevas funciones para brindar la mejor y más actualizada información.
En la actualidad hay más interacción con los lectores, pues este diario ha ingresado en populares redes sociales como Facebook, Twitter e Instagram. Asimismo, el contenido multimedia es de gran apoyo informativo, pues la gente puede ver videos y programación en línea y en vivo por este medio a través de la sección de Prensa Libre TV.
Hemeroteca única
Otro de los grandes logros de Prensa Libre en los últimos cinco años fue la creación de la Hemeroteca, única en su género en Guatemala y una de las más completas de América Latina.
Con más de dos millones de páginas escaneadas y cinco millones de imágenes, Hemeroteca de Prensa Libre también se ha convertido en herramienta multiplataforma, debido a que incursiona tanto en edición impresa como en las distintas plataformas.
Sus contenidos, únicos en el país, están a disposición de clientes de todo el mundo que deseen comprarlos. Este material incluye páginas en formato PDF, fotografías, dibujos, caricaturas, infografías, fotoartes, noticias, suplementos y material publicitario.
Estos 66 años de vida se los debemos a nuestros lectores. Todos los días, el equipo de Administración, Editorial y de Producción hacen el mayor esfuerzo para brindar las noticias más relevantes, bajo la consigna de lo que siempre nos ha identificado: ser un periódico independiente, honrado y digno.
Y nos espera el reto de otros 66 años.