Durante su gestión al mando de esta facción de la institución castrense se intensificó la lucha armada en contra de la guerrilla, en especial en el altiplano. El ejército llamaba a esta estrategia como “acción cívica” y consistía, de acuerdo con las notas periodísticas de la época, en acercarse a la población y ganarse su respeto para evitar el respaldo a la insurgencia.
Lucas fue el artífice de las Patrullas de Autodefensa Civil (PAC) durante el inicio de la década de 1980. Su objetivo era contrarrestar el avance de la guerrilla a través de la infiltración de la organización comunitaria. Él afirmó en una entrevista en 2002 que los exPAC eran capaces de reorganizarse en cualquier momento y que representaban un caudal electoral de un millón de votos. Sus palabras tenían razón, ya que en los últimos procesos electorales han sido tomados en cuenta como un botín político.
Durante el régimen de su hermano Fernando Lucas García, el Ejército evidencio una división que llevó a derrocarlo del poder en marzo de 1982 por un triunvirato encabezado por el general Efraín Ríos Montt. La justificación del golpe de Estado era para recuperar la honra del Ejército y combatir la corrupción enquistada en las instituciones públicas.
Años después, Benedicto Lucas reconoció que prefirió separarse del Ejército antes de traicionar a su hermano, ya que se le propuso encabezar el levantamiento armado de 1982 a pesar de que estaba consciente de que el gobierno se encontraba en crisis. Estas declaraciones son dificiles de creer ya que el era el máximo responsable de las acciones inherentes a las fuerzas armadas en ese tiempo.
El general Lucas García advirtió al presidente de los intentos de derrocarlo pero no hizo caso. Al producirse el golpe de Estado ambos se retiraron de la institución armada.
Poder militar y político
Al gobierno llegó Francisco Luis Gordillo Martínez, quien formó parte del triunvirato que derrocó al presidente Lucas García.
Sin embargo, Benedicto Lucas se mantuvo en el plano político inclusive durante la transición a la democracia. En 1990 reaparece como candidato presidencial por el partido Movimiento Emergente de Concordia, cuyo secretario era Gordillo Martínez. Lucas llegó a ser alcalde de Poptún, lugar durante el que residió durante mucho tiempo, incluso antes de tomar posesión del Estado Mayor del Ejército.
Años después del fin del conflicto armado interno, surgieron las demandas ante los tribunales guatemaltecos y ante cortes internacionales por los delitos de genocidio en contra de la población maya. En 2000 se presentaron denuncias en contra de los hermanos Lucas García y el ex ministro de la Defensa Luis René Mendoza Palomo por haber ordenado masacre ocurridas entre los años 1978 a 1982 en Rabinal, Baja Verapaz e Ixcán, y el Triángulo Ixil en Quiché. Además de esta demanda, se iniciaron los correspondientes en la Audiencia Nacional Española para buscar justicia por la masacre durante la quema de la Embajada de España en 1980. Ninguno de estos procesos avanzaron.
En diciembre de 2009 se dictó sentencia contra ocho personas por la masacre de la aldea El Jute, Chiquimula, el 19 de octubre de 1981. Entre los condenados se encontraba el coronel retirado Marco Antonio Sánchez Samayoa y tres excomisionados militares del régimen de Fernando Lucas García. El tribunal ordenó iniciar una investigación en contra de Ángel Aníbal Guevara, Benedicto Lucas García, funcionarios de la época por su participación en dicha masacre.
Durante el gobierno de Otto Pérez Molina se intentó favorecer a varios militares acusados de violaciones a los derechos humanos por medio del acuerdo 370-2012 por el cual se restringía las sentencias de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para las denuncias sobre hechos cometidos después del 9 de marzo de 1987. Este acuerdo finalmente fue derogado.
El papel de Gordillo
Gordillo vivió en primera persona el alzamiento de los oficiales el 10 de noviembre de 1960 que buscaba derrocar al gobierno de Miguel Ydígoras Fuentes, como se ha señalado en varias ocasiones, el régimen era acusado de corrupción y de malos manejos, por lo que los alzados buscaban recuperar el honor del Ejército.
Este movimiento es reconocido por muchos como el inicio del conflicto armado interno que se recrudecería en la década de 1980. Gordillo defendió el régimen de Ydígoras.
Pero el nombre de Gordillo saltó a la palestra el 23 de marzo de 1982 cuando junto a Horacio Maldonado Schaad y Efraín Ríos Montt conformaron un triunvirato que derrocó al presidente Fernando Romeo Lucas García. La excusa era rescatar la institucionalidad y al Estado. Este movimiento golpista buscaba además evitar la toma de posesión del general Ángel Aníbal Guevara quien había ganado la elección presidencial de dicho año, con serias acusaciones de fraude.
En apariencia la población vio con buenos ojos la interrupción de los regímenes militares, el triunvirato derogó la Constitución vigente y restringió las garantías. Poco a poco daban a conocer cómo iban a retornar a la institucionalidad, la derrota de la insurgencia y la apertura política para establecer una democracia.
Sin embargo, la lucha fraticida se recrudeció en las montañas y en un inesperado giro, el general Ríos Montt se autoproclamó jefe de Estado dejando por un lado a Maldonado Schaad y a Gordillo Martínez. Luego Ríos Montt nombró a Gordillo ministro de Comunicaciones, éste último manifestó años después de que Ríos Montt estaba demente al creer que Dios lo había puesto al frente del gobierno.
El 9 de junio de 1982, expresó Gordillo: “Al llegar a la Casa Presidencial, Maldonado, quien iba a la par de Ríos Montt, me dio una hoja en la que decía que yo renunciaba, por lo cual discutimos, pero apareció el grupo de asesores de Ríos (militares de bajo rango) con fusiles en mano y Ríos nos dijo: “no soy yo quien pide que se retiren, sino los comandantes de las zonas militares”.
Semanas después del golpe de Estado, Ríos Montt expresó que un movimiento se gestaba en el seno del Ejército y acusaba a Leonel Sisniega Otero y a Francisco Luis Gordillo. “Entre los autores existen fascistas manipulados por la subversión comunista”. En 1983, Gordillo fue acusado de intentar derrocar al también golpista Oscar Humberto Mejía Víctores pero fue absuelto por la corte marcial.
Poco tiempo transcurrió para que Gordillo reapareciera en el plano de la política, esta vez con el partido Movimiento Emergente de Concordia (MEC) en marzo de 1984. Curiosamente Gordillo se alió a Benedicto Lucas García en las elecciones de 1990, a quien postuló como candidato presidencial, para dicha elección únicamente contó con 16 mil votos a nivel nacional. Luego la agrupación desapareció. Durante el proceso de paz Gordillo fue miembro de la Comisión de Reconciliación.
En el año 2001 la Asociación para la Justicia y Reconciliación denunció a Gordillo Martínez por el delito de genocidio, los otros miembros del triunvirato de 1982 fueron demandados también pero el proceso no prosperó.
En noviembre de 2009 Francisco Gordillo declaró en el juicio por la masacre de El Jute en Chiquimula, para explicar la cadena de mando militar en 1981. Por este caso fueron condenados como se acotó anteriormente al coronel retirado Marco Antonio Sánchez.
Durante el juicio por genocidio en contra del general Efraín Ríos Montt en abril de 2013 fue presentada una serie de videos en los que aparecían los miembros del Triunvirato, Ríos, Maldonado y Gordillo explicando los planes castrenses para atacar a a la insurgencia que en 1982 operaba en los municipios de Santa María Nebaj, San Gaspar Chajul y San Juan Cotzal, Quiché.
La Fiscalía indicó que en las grabaciones se denota que el alto mando militar de la época ordenaba la destrucción de la etnia ixil, debido a que se pensaba que ayudaba a miembros de la guerrilla a esconderse y pelear en contra de las fuerzas militares. En su momento Ríos Montt reconoció que Estados Unidos “asesoraba” al gobierno para establecer aldeas modelo en el área ixil, esto lo confirmó Gordillo ya que aseguraba que el ejército “necesitaba ayuda para combatir a los subversivos que querían cambiar el sistema”.