Sin embargo, el conflicto ha ido tomando rumbos insospechados. Tras estallar lo que aparentemente era una guerra civil entre partidarios de al Asad y sus opositores, al conflicto se han ido sumando actores internacionales que han llevado agua a su molino de diversas maneras.
Tras las revueltas de marzo de 2011 contra el gobierno, Asad aumentó la represión. Los partidarios comenzaron a armarse con el objetivo de defenderse de las agresiones del gobierno para, más tarde, expulsar a las fuerzas del Estado cada región.
El conflicto pasó de la protesta a la agresión bélica. Las brigadas opositoras se hicieron con el control de ciudades y pueblos.
En un año, los enfrentamientos llegaron a Damasco, la capital, a posiciones muy cercanas al palacio presidencial, y a la segunda ciudad más importante de Siria, la emblemática Alepo.
En marzo de 2018 el conflicto cumplió ocho años de lucha estéril, confusa y enredada.
¿Quién empezó la guerra en Siria?
La guerra ha puesto al descubierto batallas internas entre diferentes sectores. En el bando opositor se pueden encontrar a los opositores moderados, islamistas y yihadistas, como el Estado Islámico o el grupo próximo a al Qaeda Frente al Nusra.
También luchan las temidas milicias kurdas. Entre las facciones opositoras también existen diferencias profundas, lo hace más complicado un conflicto por si complejo.
Las fuerzas internacionales han brindado apoyo logístico o armamentístico a uno u otro bando, según sus propios intereses y campo político.
Rusia tomó postura a favor de al Asad mientras que EE. UU. se mostró a favor de los opositores. Sin embargo, el ascenso del Ejército Islamista frenó la ayuda a estos grupos. En cuanto a las regiones próximas a Siria, Irán, de la rama chiita al igual que al Asad, es aliado del gobierno.
Arabia Saudí apoya a los rebeldes por su enemistad con Irán, incluido a los grupos radicales. Turquía es otro de los actores protagonistas. Gran aliado de los rebeldes, ha tratado de que EEUU frenara las ayudas a los kurdos, enemigos del gobierno de Erdogan. Qatar y Jordania también se han mostrado a favor de las fuerzas rebeldes. Una guerra de intereses que se juega en un terreno de juego llamado Siria.
Enemistados
En este enorme conflicto, Arabia Saudí apoya a los rebeldes porque está enemistada con Irán, incluido a los grupos radicales.
Turquía es otro de los protagonistas del ya desbordado conflicto sirio. Gran aliado de los rebeldes, ha tratado de que EE. UU. frene ayuda a los kurdos, enemigos del gobierno de Erdogan.
Qatar y Jordania, otros países vecinos de Siria, también se han mostrado abiertamente a favor de las fuerzas rebeldes.
No cabe duda de que es una guerra de intereses que se juega en un terreno de juego llamado Siria. En esta confusa revuelta hasta han surgido “profetas” y pronosticadores que apuntan que este conflicto que incluye a más de una decena de grupos es el final del pueblo sirio.
Desplazados y muertos
Como se puede ver, la llamada guerra de Siria es un conflicto en el que han abundado desplazados, muertos y enemigos políticos. Los ataques de ambos bandos son tan variados como sofisticados e incluyen lanzamiento de bombas químicas.
En este mar de fuego y balas han muerto más de 500 mil personas en más de siete años de conflicto. De ese número, se estima que al menos 150 mil son civiles y el resto soldados leales al sistema, aliados de oposición y extranjeros, aunque el número no ha sido dado en forma exacta en estos siete años.
Cronología de marzo y abril de 2011
Las primeras noticias sobre el levantamiento contra al Assar empezaron a darle la vuelta al mundo en la tercera semana de marzo de 2011. Aunque el movimiento empezó como una revuelta civil en Deraa, una ciudad emblemática de la desobediencia civil, pronto se extendería a gran parte del territorio sirio.
24 de marzo
Las protestas contra el régimen sirio se recrudecen en la ciudad meridional de Deraa, donde las fuerzas de seguridad disparan contra los asistentes a un funeral que causó más de 10 muertos y numerosos heridos.
Los incidentes se registraron la Policía disparó contra los asistentes a los funerales de los fallecidos, durante las manifestaciones en esa ciudad, que es escenario desde hace varios días de violentas protestas contra el Gobierno.
25 de marzo
Unas 20 mil personas participaron el día anterior en la ciudad de Deraa, sur de Siria, en los funerales de unas cien personas muertas por las balas de la Policía.
“Hay seguramente más de cien muertos y la ciudad necesita una semana para enterrar a sus mártires”, afirmó entonces Ayman al Asuad, militante de los derechos humanos.
Las fuerzas de seguridad procedieron, por su parte, a centenas de detenciones en Deraa, epicentro
de la naciente protesta contra el régimen del Partido Baaz, sometida a una sangrienta represión desde hace varios días.
“La cantidad de detenidos es enorme”, declaró un activista.
26 de abril
Las fuerzas de seguridad reprimen protestas en varias ciudades de Siria, lo cual deja al menos 25
muertos en Deraa (sur), donde comenzó el movimiento contra del régimen.
Bashar al Asad opta por la solución militar para aplastar el movimiento de contestación sin precedentes que vive ese país desde hace seis semanas, al haber enviado a miles de soldados a Deraa, cien kilómetros al sur de Damasco.
29 de abril
Los “jóvenes de la revolución siria” llaman a través de Facebook a una nueva jornada de la ira hoy contra el régimen del presidente Bashar al Asad, en solidaridad con Deraa, al sur, cuna de la revuelta que se inició a mediados de marzo de 2011 y objeto de una feroz represión por parte del Ejército sirio.
30 de abril
Estados Unidos y la Unión Europea (UE) deciden adoptar sanciones contra Siria, donde las fuerzas del orden mataron a 62 manifestantes el día anterior, según militantes de los derechos humanos.
El entonces presidente de EE. UU., Barack Obama, impuso sanciones económicas contra varias entidades administrativas del régimen sirio y funcionarios, entre ellos Maher, hermano del presidente Bashar al Asad, anunció la Casa Blanca.
La UE se dispone a decretar un embargo de armas y a preparar otras sanciones contra el régimen sirio, en respuesta a la represión sangrienta de las manifestaciones en ese país, informaron fuentes diplomáticas en Bruselas.
Los embajadores de los 27 Estados europeos, reunidos en Bruselas, encargaron ayer a sus expertos la elaboración de este tipo de sanciones, lo que podría hacerse en poco tiempo.
Además del embargo de armas, podría decretarse la congelación de haberes y la prohibición de visados para los responsables de la represión.
Quién es al Assad
Bashar Háfez al Assad nació en Damasco, el 11 de septiembre de 1965. Es el actual presidente de Siria desde el año 2000 tras suceder a su padre, Háfez al-Ásad, quien presidió el país durante 29 años hasta su muerte.
Al-Assad se graduó de médico la Universidad de Damasco en 1988, y empezó a trabajar como médico militar en el Ejército Árabe Sirio. Además, tiene un posgrado en Oftalmología. En 1994 su hermano mayor, Basel, murió en un accidente de tráfico. Bashar volvió a Siria para retomar el papel de su hermano como heredero natural. Entró en la academia militar, y se encargó de la ocupación siria al Líbano en 1998.
18 años en el poder
Al Assad fue confirmado por el electorado nacional como presidente en el año 2000, en 2007 y en 2014, tras la votación del Consejo Popular de Siria para proponer al presidente en ambas ocasiones.?
Visto inicialmente por la comunidad internacional como un reformista en potencia,? esta expectativa cesó cuando comenzaron las manifestaciones y posteriores levantamientos armados, que, junto a la respuesta de su gobierno para derrotarlos, desencadenó la guerra civil siria, descrita por algunos analistas como parte del movimiento de la llamada “Primavera Árabe”.
La oposición, los Estados Unidos, Canadá, la Unión Europea y la Liga Árabe han pedido la dimisión de al Assad.
Los aliados de Siria, entre los que se encuentra Rusia, han argumentado en cambio, que la guerra civil es el resultado de un apoyo directo de Occidente a mercenarios y yihadistas.?
El gobierno de al Assad se ha descrito como laico,? pero ha sido acusado por países que apoyan a sus opositores como “dictador sectario”.