En esa ocasión, un “jeep” del Ministerio de Agricultura ocupa uno de los espacios frente al Palacio Nacional.
Otro piloto particular intenta hacer lo mismo, pero es obstaculizado por los empleados estatales.
Nótese que este tipo de vehículos todoterreno, muy utilizados durante la Segunda Guerra Mundial, fueron durante muchos años el medio de transporte adquirido por el Gobierno.
Además, la falta de espacios públicos para parqueo ha sido uno de los mayores problemas de la capital. Sin embargo, hacia finales de la década de 1950, todavía no se avistaba el problema que actualmente afronta la metrópoli.
El aumento del parque vehicular también ha sido una de las causas de la contaminación y saturación citadina. Se han hecho algunos esfuerzos aislados por desconcentrar el flujo vehicular, como habilitación de carriles reversibles en las arterias más transitadas o colocación de agentes de la Policía Municipal de Tránsito en cruceros y semáforos.
Sin embargo, estos paliativos han sido temporales y en ocasiones han agudizado el problema.