El 30 de agosto, Katrina arremetió contra el sur de EEUU con vientos de 233 km/h y una cegadora lluvia que inundó viviendas y arrancó parte del techo de un estadio donde estaban refugiados millares de personas en Nueva Orleáns.
Katrina se aproximó a tierra como un huracán de categoría cuatro antes de tocar tierra en Luisiana el día 29 de agosto.
El sistema penetró en Nueva Orleáns y posteriormente decreció a una tormenta de categoría uno con vientos de 155 km/h que castigaron a esta ciudad, localizada bajo el nivel del mar.
En el estadio Superdome de Nueva Orleáns, hogar provisorio de nueve mil refugiados de la tormenta, el huracán arrancó parte del techo, abriendo dos enormes boquetes claramente visibles desde el piso del centro deportivo. El agua entraba y los refugiados que estaban en ciertas secciones de las gradas fueron trasladados.
La gobernadora de Luisiana, Kathleen Blanco, dijo que “el Superdome no estaba en una situación peligrosa”.
Una zona de guerra
Muros caídos, vehículos aplastados y árboles arrancados se desparramaban por el sector histórico de Nueva Orleáns, conocido como el Barrio Francés.
El turístico laberinto de las calles angostas con sus pintorescas casas y bares, que normalmente desprenden el aroma de la cocina creole y notas de jazz, parecía una zona de guerra.
Los daños registrados
La destrucción era evidente en cualquier sitio de la Costa del Golfo de México. Las olas llegaron a tener más de 6.5 metros en Misisipí, donde las ventanas de un importante hospital se rompieron, los postes de electricidad se cayeron y carteles quedaron destrozados. En algunas áreas, las autoridades rescataron a los residentes de los techos o áticos de las casas.
En Alabama, la explosión de transformadores iluminó el cielo de las primeras horas de la mañana, al desencadenarse una serie de apagones.
“Déjenme decirles algo. He salido. Es una devastación total”, expresó el jefe de bomberos de Gulfport, Misisipí, Pat Sullivan, que salió en medio del huracán para ver cómo estaban las áreas amenazadas.
Tres muertes en Misisipí
Tres víctimas mortales fueron confirmadas en Misisipí al paso del devastador huracán. “Tenemos tres muertes confirmadas” , dijo Robert Latham, jefe de la Agencia de Gestión de Emergencias.
En la costa sur de Lake Ponchartrain, vecindarios completos de casas de un piso estaban inundadas hasta los techos.
Los cestos de basura y los techos de automóviles flotaban en el agua.
La tormenta lanzó botes a tierra en Misisipí, inundó caminos en Alabama y cubrió puentes carreteros en el noreste de Florida. Al menos medio millón de personas quedaron sin electricidad desde Luisiana hasta Florida.
Decenas de miles de residentes de Nueva Orleáns se dirigieron a zonas más altas, como Biloxi, en Misisipí, luego de que las autoridades ordenaran la evacuación obligatoria, pero para tres adultos mayores, la evacuación desde un hogar de ancianos hacia Baton Rouge resultó fatal: murieron poco después de haber llegado a la capital de Luisiana, presumiblemente por deshidratación, según declaró el portavoz de la Policía del Estado, Markus Smith.
Zonas de catástrofe
Ante la situación, el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, declaró zonas de catástrofe a los estados de Luisiana y Misisipí. La medida permite agilizar el envío de ayuda federal a la región, indica un comunicado de la Casa Blanca.
Evaluación
El huracán Katrina puede convertirse en el más dañino de la historia, con unos costo en bienes asegurados de unos US$25 mil millones. Así coinciden varios expertos, si bien la cifra final no se conocerá hasta finales de esta semana, cuando concluyan las primeras valoraciones.
De cumplirse estas cifras, Katrina se convertiría en el más costoso desde que se tienen datos, por encima incluso del devastador Andrew. Al menos unos 1.124 millones de hogares y comercios en Luisiana, Alabama y Florida permanecen sin fluido eléctrico tras el paso del huracán, según datos suministrados por las autoridades locales.
80% de los habitantes abandonaron Nueva Orleáns, tras la orden de evacuación de la ciudad, en que viven 485 mil personas. Para aquellos que no pudieron irse, se abrieron 10 refugios.,
Caos en Nueva Orleáns
Después del paso del huracán Katrina, el caos se apoderó de la sureña ciudad. Se registraron saqueos en zonas arrasadas, los residentes tomaban la justicia por su mano, mientras que cientos de personas continuaban la espera de ser albergadas en el estadio Superdome. Los damnificados y las autoridades locales criticaron la lentitud de la ayuda gubernamental.
El paso devastador de Katrina dejó entre mil 800 y 2 mil muertos.