Los millones de billetes falsos encontrados en la vivienda estaban guardados en maletas y bolsas de viaje, y muchos de ellos confeccionados con papel normal pero “hábilmente empaquetados” para conseguir darles apariencia de legalidad.
La Policía también se incautó de máquinas de impresión de moneda, productos químicos y el resto de material necesario para la falsificación de divisa.
El Gobierno de Kenia ha advertido del creciente aumento de esta actividad delictiva, especialmente en las zonas costeras, desde las que se transporta el dinero a otros países.
En este sentido, instó a los comerciantes a las oficinas de cambio de divisa a extremar la precaución y a vigilar los cambios de grandes sumas.