La gran mayoría de víctimas, 186 precisamente, fueron registradas en el valle montañoso de Panjshir, cuya entrada se encuentra a 50 km de Kabul, dijo el gobernador Abdul Rahman Kabiri.
El balance puede ser aún más grave, agregó Kabiri, que anunció que el presidente afgano, Ashraf Ghani, visitó esa zona.
En otras provincias del noreste, las autoridades contabilizaron 36 muertos en Badajshan, 12 en Nuristan, una en Nangahar, cuatro en Laghman (este) y seis en la provincia de Bamiyan (centre), según fuentes oficiales locales.
También hubo muertos en Badghis (noroeste) y Bamiyan (centro).
En total fueron al menos 260 muertos en todo el país.
Los socorristas seguían intentando rescatar las víctimas bloqueadas bajo la nieve, afirmó el gobernador de Panjshir.
“Hace décadas que no vemos tanta nieve o aludes en Panjshir”, asegura.
Nieve rompe récord
La nieve cayó abundantemente esta semana sobre regiones montañosas del norte de Afganistán.
En Kabul, donde nevó el martes y el miércoles, los daños en cables eléctricos causaron problemas en el suministro eléctrico.
Los aludes y tormentas de nieve son frecuentes en el país y causan la muerte de decenas de personas cada año.
Afganistán sigue siendo uno de los países más pobres del mundo pese a los miles de millones de ayuda internacional que recibe cada año.
Lleva 35 años devastado conflictos, como el que opone desde hace 13 años los insurgentes talibanes a las fuerzas progubernamentales apoyadas por las tropas lideradas por Estados Unidos.