Según las autoridades, Zazueta era sospechoso de “ordenar y participar” en la emboscada contra militares del 30 de septiembre de 2016, en la que murieron cinco militares y diez más resultaron heridos.
Tras el abatimiento de Zazueta, las autoridades se incautaron de tres rifles, uno de ellos con aditamento lanza granadas, nueve cargadores abastecidos para fusil, así como equipo táctico y equipo de radiocomunicación.
Diversos cartuchos percutidos quedaron dispersos en la escena, según la fiscalía, que asegura que Zazueta era conocido bajo el alias “El Chimal”.
Este hombre -que había sido encarcelado en febrero- se fugó el 16 de marzo de un penal de Culiacán junto con otros cuatro hombres, entre ellos Juan José Esparragoza, quien es conocido como el “El Azulito” o “El Negro” y es hijo del capo del mismo nombre.
Confirma @SEMAR_mx muerte de Francisco Javier Zazueta Rosales "Pancho Chimal" jefe de escoltas de "Los Chapitos"en Badiraguato,Sinaloa pic.twitter.com/bSJa7uzGYP
— poloespejel (@poloespejel) April 15, 2017
Esparragoza padre, conocido como “El Azul”, fundó junto a “El Chapo” Guzmán -hoy preso en Estados Unidos- e Ismael “El Mayo” Zambada el cártel de Sinaloa, uno de los más poderosos de México, pero que disputa actualmente su liderazgo con el ascendente cartel Jalisco Nueva Generación.
Quirino Ordaz, gobernador de Sinaloa, dijo que Zazueta, “El Negro” y sus secuaces se habían fugado por la puerta principal de la cárcel. Tras esta huida, desapareció el jefe de seguridad del penal.
“El Negro” es sospechoso de coordinar una red de distribución de droga y de administrar las finanzas del cártel de Sinaloa, usando sus recursos para comprar propiedades inmobiliarias y crear empresas en diversos estados del país.