Las mujeres, procedentes del noroeste de la capital británica, y que en ese momento llevaban la cabeza cubierta con pañuelos, fueron interrogadas durante una hora.
Al parecer, según contó una de ellas al citado diario, una pareja de viajeros las había denunciado falsamente por estar leyendo contenido de apoyo al grupo yihadista EI en su teléfono móvil.
Antes de que los agentes les permitieran regresar a sus butacas, se les advirtió de que la policía llevaría a cabo más investigaciones y de que en caso de efectuar algún hallazgo sospechoso las estarían esperando una vez aterrizara su vuelo.
Las británicas dijeron que no saben ni leer, ni escribir, ni hablar árabe y piden una disculpa de la policía, según señaló Maryam Dharas, una de las interrogadas.