El propio primer ministro italiano, Matteo Renzi, ha salido al paso con un artículo publicado en “Il Messaggero” titulado con la amarga frase “Roma no merece esto”, en el que da un tirón de orejas al alcalde, Ignazio Marino, y le pide “señales” que manifiesten una intención de cambiar de ruta.
“Tenemos a Roma en el corazón, su belleza, su futuro que puede ser fascinante y rico de estímulos, pero que en estos momentos aparece lejano, arruinado por un sinfín de polémicas”, lamentó.
Renzi se refería a la problemática que rodea los servicios de limpieza y de transporte de la capital, gestionados por sus respectivas y paquidérmicas empresas públicas, y a las infiltraciones mafiosas en el Ayuntamiento desde administraciones pasadas.
El presidente de la asociación de usuarios Codacons, Carlo Rienzi, lamentó la “situación insostenible en la ciudad, con agujeros en sus calles, basura por doquier y hojas de los árboles abandonadas en las aceras desde el pasado noviembre”.
Aunque Roma “siempre ha sido una ciudad difícil”, Rienzi destacó que sus habitantes esperaban “algún esfuerzo más” del Ayuntamiento.
Crisis
Los problemas de la capital italiana aparecen tanto en tierra como en el aire: el miércoles reciente, el aeropuerto de Fiumicino interrumpió nuevamente su actividad por un incendio en un pinar próximo.
En cualquier caso, la cuestión que más preocupa a los vecinos es la limpieza de las calles, cuyos contenedores están atestados de basura, y el funcionamiento de los medios de transporte público.
El canal de televisión Sky publicó este jueves un reportaje en el que mostró el depósito de autobuses de Collatina, donde permanecen aparcados e inservibles 155 vehículos mientras que los conductores se quejan de que no tienen unidades suficientes para circular.
En el centro de este escenario se ha situado el joven Christian Rosso, conductor de autobuses en Roma y que ha sido suspendido de empleo y sueldo después de publicar un video en el que denuncia la situación dentro de la empresa gestora, la Atac.
En la grabación, culpa a los directivos del ente de su mal funcionamiento, por el que numerosos empleados llevan a cabo una singular protesta, consistente en conducir despacio o no encender el aire acondicionado.
Rosso asegura que en la Atac trabajan alrededor de 12 mil personas pero que solo la mitad conducen y refiere que siete directivos cobran el equivalente al sueldo de mil conductores.
“Hay directivos que cobran lo mismo que el presidente de Estados Unidos. Es algo imposible”, denuncia.
Massimo Rossi, al volante de su taxi desde hace ocho años, lamenta la situación del pavimento urbano mientras trata con bastante pericia de sortear a los numerosos “rickshaws” que circulan por el centro de manera ilegal.
Dice entre risas que la romana es “una sociedad llena de reglas que no se respetan nunca” e indica con cierta ironía las numerosas infracciones del tráfico que se topa en su camino, muchas de ellas de coches diplomáticos, que “aparcan donde quieren”.
Crisis política
El alcalde de Roma acaba de renovar su Gabinete con cambios en los departamentos de Turismo y Transportes y se ha fijado la meta de mejorar la ciudad basándose en cuatro prioridades: el decoro, la limpieza, la movilidad y la vivienda.
Mientras la Alcaldía interviene, algunos vecinos se organizan desde hace tiempo para limpiar las calles en su tiempo libre, como los cientos de integrantes de la organización “Retake Roma” (Recuperemos Roma).
A esta idea se ha sumado el hijo de Vittorio Gassman, el también actor Alessandro Gassman, quien animó en Twitter a “armarse de escoba, recogedor y bolsas de basura para que cada uno limpie su propio rincón de la ciudad”.