El número de demandantes de asilo en Alemania, que ya es el primer receptor en la Unión Europea (UE) por delante de Suecia, podría así cuadruplicarse respecto a los 202.000 registrados en 2014.
La llegada de personas que huyen de la situación en sus países, que ya era espectacular desde enero, dio un salto con el inicio del verano: en julio, unas 38.000 personas presentaron su solicitud de asilo, y en apenas 17 días de agosto lo hicieron 50.000, según el ministro.
“Los flujos migratorios a través del mar Egeo y los Balcanes aumentaron considerablemente”, dijo, subrayando que la “situación en Grecia se deterioró” con la llegada masiva de migrantes procedentes de zonas en conflicto, como Siria o Irak.
Thomas de Maizire señaló directamente, aunque sin dar nombres, a los socios europeos que “no cumplen sus deberes” y no respetan el derecho europeo en materia de asilo.
El jueves tratará la cuestión con su homólogo francés, Bernard Cazeneuve.
De Maizire advirtió de que Alemania “no puede hacerse cargo ella sola, como sucede ahora, de casi el 40% de los refugiados y demandantes de asilo que llegan a Europa”.
Berlín reclama “una verdadera política europea en materia de asilo”, y apoya el establecimiento de cuotas de reparto de migrantes entre Estados miembros, como hace el país a nivel regional.
“Necesitamos soluciones a corto, medio y largo plazo, tanto aquí como en Europa” , insistió el ministro.
El “vergonzoso” problema de los Balcanes
Por séptimo mes consecutivo, la lista de demandantes la lideraron en julio personas procedentes de Siria, sumando 44.417 solicitudes en el periodo, casi tres veces más que en el mismo lapso de tiempo de 2014.
Según los datos publicados este miércoles, a nivel global Alemania recibió en lo que va de año 218.221 solicitudes de asilo, un 125% más que de enero a julio de 2014.
Este incremento se debe en parte al aumento de migrantes procedentes de Kosovo, Albania y Serbia, algo que para el titular de la primera economía y país más poblado de la UE es “inaceptable y vergonzoso para Europa”
De Maizire insistió en que las solicitudes de personas procedentes de los Balcanes no tienen probabilidades de prosperar. “Van a tener que irse de nuestro país”, señaló.
El aumento de llegadas en los últimos meses supone además un gran desafío logístico para las autoridades alemanas.
Algunos refugiados están alojados en tiendas, en contenedores o en cuarteles del ejército, y las administraciones encargadas de registrar y examinar las demandas también están desbordadas, con 250.000 solicitudes a la espera en la oficina para las migraciones y los refugiados.
La canciller Angela Merkel, advirtió el domingo de que la cuestión de los demandantes de asilo podía llegar a ser un reto para la UE aún mayor que el de la deuda griega, y urgió a abordarlo de manera coordinada desde Bruselas.