“Recientemente ha estado experimentando alucinaciones auditivas, quejándose de escuchar música en su celda incluso cuando su radio está apagada”, señala la moción fechada el lunes último, de acuerdo a una copia obtenida por BBC Mundo.
Guzmán, de 59 años, está acusado de liderar una gigantesca organización criminal de Sinaloa que introdujo toneladas de drogas a EE. UU. mediante violencia, secuestros y asesinatos.
Se ha declarado inocente de los 17 cargos que enfrenta, pero si un gran jurado en Nueva York lo encuentra culpable podría recibir cadena perpetua.
Unidad 10
Extraditado el 19 de enero a EE. UU., Guzmán está encerrado en la unidad 10 sur de la unidad especial de alojamiento del Centro Correccional Metropolitano de Manhattan, de máxima seguridad.
El escrito de su defensa señala que allí le fueron establecidas medidas administrativas especiales que le impiden tener contacto directo o indirecto con su esposa, la exreina de la belleza Emma Coronel, u otros miembros de su familia.
Al ser adoptadas en febrero, las medidas aludieron a la presunta colaboración de familiares de Guzmán para pasar mensajes al cartel de Sinaloa y planificar su escape carcelario en México.
Y establecen que las limitaciones a sus comunicaciones en Nueva York buscan evitar que “cometa, solicite o conspire para cometer actividad criminal adicional”.
De hecho, los estadounidenses se han tomado en serio la fama de narco poderoso y evasor de prisiones de Guzmán.
Poco después de su extradición a EE. UU., el agente especial de seguridad interior Ángel Meléndez afirmó en enero que “ningún túnel va a ser construido hasta su baño”, aludiendo al segundo y último escape cinematográfico del Chapo de una prisión mexicana.
Y el fiscal Robert Capers comparó en aquel momento su actividad criminal con “un pequeño tumor cancerígeno que se metastatizó en un completo flagelo”.
“Una pequeña celda”
Los defensores de oficio del Chapo ya habían protestado en una audiencia pública en febrero sobre las condiciones de encierro de Guzmán, señalando que le habían negado hasta un vaso de agua.
Pero la defensa no consiguió entonces que el juez acogiera un pedido para que Guzmán pueda ver a Coronel en su prisión de máxima seguridad en Manhattan, o tenga más acceso a abogados.
En su nueva petición al juez Brian Cogan, los abogados Michelle Gelernt, Michael Schneider y Edward Zas sostienen que muchas de las medidas de reclusión de Guzmán parecen diseñadas para un acusado de “crímenes relacionados con terrorismo”.
“Guzmán está confinado en una pequeña celda sin ventanas. Permanece solo en esta celda por 23 horas al día de lunes a viernes, cuando se le permite una sola hora de ejercicio en otra celda”, señala la moción.
“Los fines de semana está confinado 24 horas al día y no se le permite ningún ejercicio. Sus comidas se pasan a través de una ranura en la puerta; come solo. La luz siempre está encendida. Con el aire acondicionado errático, a menudo ha carecido de suficiente ropa de abrigo para evitar temblar”, agrega.
Y sostiene que “su única oportunidad de ver la luz del día es cuando pasa por una pequeña ventana” en su camino a sus ejercicios o a encontrarse con sus abogados.
El texto asegura que estas condiciones son más extremas que las que Guzmán tenía en su cárcel de México, donde “había comenzado a presentar dolencias psicológicas u físicas”.
Además de sus “alucinaciones auditivas”, afirma que actualmente “tiene dificultad para respirar y sufre de dolor de garganta y dolores de cabeza”.
Y cita la opinión de especialistas advirtiendo de que un confinamiento solitario “puede causar daño psiquiátrico severo”.
La defensa reclama que Guzmán pueda comunicarse con Coronel para indicarle su elección de consejo legal privado y para que los abogados puedan llevar mensajes suyos a terceros con el propósito de financiar su defensa.
Si las restricciones que enfrenta el Chapo violan la ley o la Constitución como sostiene la petición, o son necesarias teniendo en cuenta sus antecedentes, es algo que deberá decidir la corte.
El juez Cogan dejó en manos de las autoridades carcelarias la decisión sobre cómo debe ser su encierro en Nueva York, pero también advirtió de que “hay motivos para tomar medidas extra de seguridad”.