Los aplausos resonaron en la sala tras la adopción de la decisión, que recomienda a Guterres como próximo jefe de la diplomacia mundial desde el 1 de enero, durante cinco años, dijeron a la AFP diplomáticos presentes en la sesión.
Los únicos candidatos latinoamericanos para reemplazar al coreano Ban Ki-moon al frente de la ONU eran dos mujeres, la canciller argentina Susana Malcorra y la exnegociadora de la ONU sobre cambio climático Christiana Figueres, de Costa Rica.
Malcorra, que dirigió el Programa Mundial de Alimentos de la ONU y fue jefa del gabinete de Ban antes de convertirse en canciller del presidente Mauricio Macri, fue vetada por Gran Bretaña, uno de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad, informó el jueves el diario argentino Clarín, citando fuentes anónimas.
“No divulgamos nuestro historial de votaciones ni nuestras intenciones de voto”, dijo una portavoz de la misión británica ante la ONU, consultada al respecto.
Figueres, que llevó a 195 países a concluir un histórico acuerdo para enfrentar el cambio climático en París en diciembre pasado, abandonó su candidatura a mediados de septiembre, cuando percibió que solo conseguía un apoyo minoritario.
Guterres, un político socialista de 67 años, será el primer exjefe de gobierno en convertirse en secretario general de la ONU. Ha prometido cambios en la organización para incrementar los esfuerzos de paz y la promoción de los derechos humanos.
La votación de los 193 Estados miembros de la Asamblea está prevista para la semana próxima, posiblemente el jueves.
El apoyo unánime a Guterres tuvo lugar tras una votación informal el miércoles durante la cual 13 de los 15 miembros del Consejo de Seguridad apoyaron su candidatura y ninguna de las cinco potencias con poderes de veto la bloqueó.
En Roma, Ban aseguró que Guterres “es una elección excelente”.
“Tiene experiencia como primer ministro de Portugal. Su amplio conocimiento de los asuntos mundiales y su viva inteligencia le serán muy útiles para la conducción de la ONU en un periodo tan crítico”, dijo.
La elección de Guterres confundió a algunos diplomáticos de la ONU que no esperaban que un candidato tan vocal con una fuerte experiencia política ganase apoyo de los cinco miembros permanentes del Consejo: Gran Bretaña, Francia, China, Rusia y Estados Unidos.
Guterres debe enfrentar una larga lista de urgentes crisis mundiales al asumir su nuevo puesto en enero, como la guerra en Siria y la crisis de refugiados.
“El rol de la ONU nunca ha sido tan importante como lo es hoy y para eso el ministro Guterres es el líder correcto”, dijo el embajador francés ante la ONU, Franois Delattre.
El embajador ucraniano Volodymyr Yelchenko dijo que Guterres debe “devolver el liderazgo a la ONU” para enfrentar las crisis en Siria y Ucrania, los conflictos en África y en Oriente Medio.
Guterres, que fue primer ministro de Portugal desde 1995 a 2002 y Alto Comisario de la ONU para los Refugiados hasta diciembre pasado, consiguió el primer lugar en todas las votaciones informales celebradas por el Consejo de Seguridad.
Se siente agradecido
Guterres afirmó hoy que lo que siente en estos momentos, tras ser designado como el futuro secretario general de la 0NU, se resume en dos palabras: “humildad y gratitud” .
“Humildad ante los grandes desafíos” que enfrenta el mundo y “humildad para poder servir a los más vulnerables” , dijo el político luso en su primera declaración tras conocerse que ha sido el designado por el Consejo de Seguridad de la ONU para suceder a Ban Ki-moon.
“Y gratitud por la confianza” depositada en su proyecto, añadió, antes de recordar que “estoy en este momento recomendado pero no soy secretario general” todavía.
Por ello, concluyó, “quiero rendir homenaje” a Ban Ki-Moon y “apelar a todos los Estados miembros” para que le apoyen hasta el final de su mandato.
¿Quién es Guterres?
Antiguo líder del Partido Socialista luso, ex primer ministro de Portugal y durante una década Alto Comisariado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), Guterres se postula ahora para suceder a Ban Ki-moon en la secretaría general del organismo con la pretensión de darle más fuerza, sobre todo en la resolución de conflictos.
Ingeniero de formación, cuenta con un largo currículum político pero también social, tras colaborar en diferentes causas humanitarias. Su candidatura cuenta con un apoyo unánime en su país natal, donde es calificado de “humanista”, y en los últimos meses se ha erigido en uno de los mayores críticos con la posición de Europa en la llamada “crisis de los refugiados”.
“En algunas materias la ONU hizo oír su voz, como con el cambio climático, pero en otras, sobre todo relacionadas con paz y seguridad y en ciertos aspectos con Derechos Humanos, creo que es preciso hablar más alto y más claro para tener más capacidad de movilizar a la comunidad internacional”, defiende en una entrevista con EFE.
Guterres (Lisboa, 1949) utiliza las palabras “renovación” y “reforma” como parte de su estrategia para que Naciones Unidas deje de ser “una estructura muy fragmentada” y afronte de forma integrada los desafíos que se le presentan.
“En las guerras de hoy no hay ganadores ni vencidos, todos pierden”, según Guterres, quien cita el caso de Siria como ejemplo de conflicto donde es necesario hacer comprender a todas las partes los perjuicios que conlleva la desestabilización de la región.
