“Creemos que el programa de rastreo de la NSA viola las leyes estatuarias y la Constitución, y esperamos exponer nuestros argumentos en la corte de apelaciones”, dijo el subdirector legal de ACLU Jameel Jaffer en un comunicado.
Un vocero de la fiscalía federal rechazó hacer declaraciones al respecto.
En un fallo presentado la semana pasada, el juez federal de distrito William H. Pauley III concluyó que el programa es una extensión necesaria de las medidas emprendidas tras los ataques del 11 de septiembre.
Pauley dijo que el programa permite al gobierno unir comunicaciones fragmentadas y fugaces, y además representa “el contraataque del gobierno” al uso que da la red terrorista al-Qaeda a la tecnología para operar de manera descentralizada e idear ataques de forma remota.
El fallo contraviene una decisión anterior tomada por el juez federal de distrito Richard Leon en Washington, D.C., que ordenó un interdicto preliminar contra la recolección de archivos telefónicos de dos hombres que habían impugnado el programa.
Leon dijo que el programa posiblemente viola la prohibición de la Constitución estadounidense a la investigación infundada. El juez mantuvo suspendido su fallo en espera de una apelación del gobierno.
Algunos creen que el conflicto llegará a una resolución en la Corte Suprema. Las posibilidades de que el máximo tribunal del país atienda el asunto aumentan si las cortes de apelaciones tienen opiniones encontradas o si el uso actual del programa es declarado ilegal.