Los familiares expresaron su sorpresa por la decisión de la Armada argentina. “Me destruyó la mínima esperanza que tenía porque dijeron que no van a intentar salvarlos aunque encuentren el submarino”, declaró Luis Tagliapietra, padre de uno de los 44 tripulantes, al canal noticioso TN.
“No comprendo esta decisión arbitraria e injustificada”, expresó. “Quiero saber la verdad de qué pasó, no creo ninguna de las hipótesis oficiales porque nos mienten”, agregó Tagliapietra.
El ARA San Juan se comunicó por última vez el 15 de noviembre, cuando navegaba rumbo a la Base Naval Mar del Plata tras haber partido la semana anterior del puerto de Ushuaia, en el extremo austral de Argentina. Ese día, informó que hubo una avería en el sistema de baterías de proa y se registró un principio de incendio que, según indicó luego el comandante del submarino, pudo ser subsanado.
Según informes de organismos internacionales, pocas horas después de esa última comunicación se registró una explosión a pocas millas de la última posición conocida del submarino, frente al golfo San Jorge, a 430 kilómetros de la costa argentina y unos mil 300 kilómetros al sur de Buenos Aires.