Arpaio, un republicano de 84 años que ganó fama en todo el país por su persecución de la inmigración irregular y por obligar a los presos a llevar ropa interior rosa, perdió ante el demócrata Paul Penzone.
La contienda se convirtió en un referendo sobre los problemas legales de Arpaio. La fiscalía federal lo acusó de desacato por desafiar una orden judicial que le instaba a detener sus patrullajes contra latinos.
Arpaio ha enfrentado investigaciones penales en el pasado en las que no llegaron a presentarse cargos en su contra ni perdió el puesto. Eso cambió el martes pese a una fiel base de partidarios y una gran campaña de recaudación, principalmente de donantes de fuera del estado.
Sigue enfrentando la posibilidad de ir a prisión.