Chansley fue acusado por “entrar o permanecer a sabiendas en un edificio o terreno restringido sin autoridad legal, y por la entrada violenta y conducta desordenada en las instalaciones del Capitolio”.
El comunicado indica que Chansley era “el hombre visto en la cobertura mediática que entró al edificio del Capitolio vestido con cuernos, un tocado de piel de oso, pintura de cara roja, blanca y azul, sin camisa y pantalones café”, al tiempo que “portaba una larga lanza con la bandera estadounidense atada”.
El parecido de Chansley con el cantante Jay Kay se extendió rápidamente por las redes sociales, motivando al líder de Jamiroquai a emitir un comunicado aclarando que no estuvo ni siquiera cerca de Washington cuando la turba de partidarios de Trump invadió el Capitolio.
Chansley se describe a sí mismo como un “soldado digital” de la teoría conspirativa de extrema derecha QAnon, que asegura que Trump está librando una guerra secreta contra un culto liberal global de pedófilos adoradores de Satanás.
Los otros dos hombres son Derrick Evans, de 35 años y recién elegido para la Cámara de Delegados de Virginia Occidental, y Adam Johnson, de 36, procedente de Florida.
De acuerdo con las autoridades, varios de los invasores hicieron fácil su identificación. Según la oficina del fiscal, en uno de los videos se puede ver a Evans gritar mientras cruza el umbral del Capitolio: “¡Estamos dentro, estamos dentro! Derrick Evans está en el Capitolio!”.
Johnson, de su lado, fue identificado por las fotos que circularon por todo el mundo en las que se le ve sonriendo y saludando a la cámara mientras se pasea por la Rotonda del Capitolio con el atril de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nacy Pelosi, a modo de trofeo.
El Departamento de Justicia anunció el viernes último que otras 15 personas habían sido acusadas por la incursión ilegal, incluyendo un hombre señalado por posesión de explosivos.