Solo las infraestructuras críticas, como hospitales y maternidades, tenían acceso a la electricidad, precisó.
“La región de Odesa se encuentra en una situación muy difícil. Tras el bombardeo durante la noche (del viernes al sábado) con drones iraníes, Odesa y otras ciudades y pueblos de la región están inmersas en la oscuridad”, aseguró el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, en su video diario en las redes sociales.
“De momento, más de un millón y medio de personas de la región de Odesa están sin electricidad. Solo las infraestructuras esenciales están conectadas en aquellas zonas en que es posible disponer de corriente”, añadió el mandatario.
Maxim Marchenko, gobernador de la región de Odesa, aseguró que Rusia había atacado la ciudad durante la noche del viernes al sábado con “drones suicidas”.
Tras el ataque, “no hay electricidad en casi ningún distrito ni comunidades de nuestra región”, reiteró.
Dos drones fueron derribados por las unidades de defensa antiaérea ucranianas, agregó.
El viernes, las autoridades de Kiev afirmaron que las regiones del sur del país, entre ellas Odesa, eran las que sufrían peores problemas de energía, tras los últimos ataques contra las infraestructuras energéticas de las fuerzas rusas.
A principios de semana, Rusia lanzó una nueva salva de misiles contra estructuras energéticas en Ucrania, causando nuevos cortes de electricidad y agua.
Rusia empezó a atacar este tipo de infraestructuras después de que las fuerzas de Moscú sufrieran múltiples reveses militares en el terreno.
El presidente ruso, Vladimir Putin, advirtió el jueves que su país seguirá bombardeando estas infraestructuras, que han dejado sin luz ni calefacción a millones de ucranianos.
El puerto de Odesa, en el mar Negro, era uno de los destinos más frecuentados por ucranianos y rusos antes de que Rusia lanzara su ofensiva contra Ucrania el 24 de febrero.