El sacerdote Gustavo Sandino, párroco en el municipio de Santa María de Pantasma, en el norteño departamento de Jinotega, fue detenido el último día de 2023.
Esta oleada de arrestos inició con la detención el obispo de Siuna, Isidoro Mora, el 20 de diciembre, según un listado de la abogada especialista en temas de la Iglesia, Martha Molina, exiliada en Estados Unidos.
El papa Francisco dijo este lunes que sigue “con profunda preocupación lo que está sucediendo en Nicaragua, donde obispos y sacerdotes han sido privados de su libertad”, tras el tradicional rezo del Ángelus en la plaza de San Pedro del Vaticano.
Ni el gobierno ni la policía se han referido a la situación de los religiosos.
El portal gubernamental El 19 Digital resaltó en cambio el lunes una masiva vigilia de fin de año de miles de evangélicos del “Ministerio Ríos de Agua Viva”, realizada en el sureste de Managua con apoyo de la policía, los bomberos y la alcaldía capitalina.
“El papa Francisco ha recordado con preocupación a nuestros obispos y sacerdotes secuestrados por la dictadura y a sus familias (…) también ha orado por ellos y ha pedido orar por Nicaragua. ¡Gracias Santo Padre!”, dijo en la red social X (antes Twitter) el obispo auxiliar de Managua, Silvio Báez, que por petición del Vaticano salió del país el 2019.
Con Mora suman dos los prelados en prisión. Monseñor Rolando Álvarez, quien está detenido desde agosto de 2022, fue condenado el 10 de febrero a 26 años acusado de traición a la patria y ha preferido la cárcel al exilio.
La relación entre la Iglesia y el gobierno se deterioró durante las protestas del 2018, luego de que Ortega acusara a religiosos de apoyar a los opositores en lo que consideró un intento de golpe de Estado.
Las protestas con bloqueos de carreteras y choques entre opositores y partidarios del gobierno dejaron más de 300 muertos, según datos de la ONU.
El papa expresa preocupación por ola de detenciones de sacerdotes en Nicaragua
El papa Francisco expresó este lunes su preocupación por la detención de al menos 13 clérigos y dos seminaristas desde el 20 de diciembre en Nicaragua, donde el gobierno de Daniel Ortega mantiene una fuerte tensión con la Iglesia católica.
“Sigo con profunda preocupación lo que está sucediendo en Nicaragua, donde obispos y sacerdotes han sido privados de su libertad”, declaró el jesuita argentino tras el tradicional rezo del Ángelus en la plaza de San Pedro del Vaticano.
“Expreso a ellos, a sus familias y a toda la Iglesia del país mi cercanía en la oración”, dijo el pontífice, de 87 años.
“A la oración insistente invito también a todos ustedes aquí presentes y a todo el Pueblo de Dios, mientras espero que se busque siempre el camino del diálogo para superar las dificultades. Recemos hoy por Nicaragua”, continuó.