El despliegue incluirá menos de 50 efectivos, dijeron los funcionarios.
Una fuente agregó que Estados Unidos enviará aeronaves adicionales, inclusive cazas F-15 y A-10, al base aérea de Incirlik en Turquía.
Aunque el número será pequeño, la medida implica una intensificación de la ofensiva contra el grupo extremista que controla gran parte del norte de Siria y que dice que la capital de su “califato” es la ciudad siria de Raqqa.
Una fuente dijo que un grupo limitado de militares — quizás dos docenas — irán relativamente pronto para evaluar la situación y ver qué grupos son los más afines.
Irán más efectivos una vez que la punta de lanza determine cuáles son las necesidades.
El secretario de Defensa Ash Carter había insinuado la posibilidad de tal despliegue hace unos días, al afirmar que Estados Unidos estaba recalibrando su estrategia en Irak y Siria, y que de ser necesario se despacharían tropas en el terreno para luchar contra el grupo radical.
Estados Unidos ha realizado operaciones con fuerzas especiales en Siria, y la semana última participó en una en el norte de Irak, para rescatar unos rehenes. Washington sufrió su primera baja militar en ese país desde el 2011.
Sin resultados
La cumbre ministerial multinacional sobre la guerra en Siria terminó ayer en Viena, tras ocho horas de deliberaciones, sin acuerdo aunque con el consenso de seguir negociando en las próximas semanas.
Así lo dijo el ministro de Exteriores del Reino Unido, Philip Hammond, ante la Prensa, al destacar sigue habiendo desacuerdos, en particular sobre el futuro del presidente sirio, Bachar al Asad.
“Vamos a reencontrarnos a nivel de ministros en las próximas semanas. Este proceso ha adquirido el momento para seguir adelante”, aseguró el ministro británico.
Por su parte, la alta representante sobre política exterior y de seguridad de la Unión Europea (UE) , Federica Mogherini, dijo que la veintena de ministros “han encontrado un espacio común” para iniciar un proceso que termine con la guerra en Siria.
“Esta reunión no fue fácil, fue histórica, fue la primera vez que tuvimos a todos los actores en el misma mesa, en un ambiente muy constructivo”, agregó.
Ministros y altos representantes de 19 países, así como la ONU y la UE, se sentaron a negociar sobre el futuro de Siria.
Por un lado estaban los aliados de Al Asad, como Irán y Rusia, por el otro sus detractores, como Estados Unidos, Francia, Arabia Saudí, Turquía y Catar.
El ministro francés de Exteriores, Laurent Fabius, destacó al término de la cita que “no hay futuro para Al Asad” en Siria, al tiempo que subrayó que “es el principal responsable de la tragedia en Siria”.