Pero las convulsas semanas vividas recientemente por culpa del Brexit han generado más confusión si cabe en un sistema parlamentario complejo y muy diferente del presidencialismo de muchos países de Latinoamérica.
BBC NEWS MUNDO
Brexit: cómo funciona el peculiar sistema parlamentario de Reino Unido (y qué papel juegan sus instituciones en el divorcio de la UE)
La manera en que el Parlamento británico le viene plantando cara al primer ministro Boris Johnson en sus maniobras para forzar una salida de Reino Unido de la Unión Europea "con o sin acuerdo" muestra que los controles legislativos e institucionales funcionan como una máquina bien engrasada en Reino Unido.
El Brexit iba a producirse el 29 de marzo, pero Reino Unidos pidió a la Unión Europea ampliar el plazo hasta el 31 de octubre. GETTY IMAGES
A favor de la salida de Reino Unido de la Unión Europea votó un 52% en el referéndum de 2016. Y el objetivo del primer ministro es consumar ese mandato, con o sin acuerdo. Ahora mismo, la fecha establecida es el 31 de octubre.
No haber conseguido que el Parlamento aprobara el acuerdo al que había llegado con la UE sobre los términos de la salida fue lo que le costó el puesto a la anterior primera ministra, Theresa May.
Y los intentos de Johnson de forzar incluso el llamado “Brexit duro” se encontraron con la oposición férrea de la institución, que aunque está profundamente dividida, aún es capaz de ponerse de acuerdo en algunas cosas.
Con 21 diputados conservadores rebeldes en la oposición, las dos cámaras que forman el Parlamento aprobaron una ley que quiere evitar que el país abandone la UE sin acuerdo.
La norma prevé que, si el 19 de octubre, no hay acuerdo entre Londres y Bruselas, el gobierno de Johnson debe solicitar un aplazamiento de la salida al 31 de enero de 2020.
En el camino, el gobierno no consiguió sacar adelante la convocatoria de elecciones ante la negativa del Parlamento.
Y desde el martes, por iniciativa de Johnson y con el refrendo de la reina, la actividad parlamentaria está suspendida en una “prórroga” cuya legalidad deben decidir los tribunales.
Monarquía parlamentaria peculiar
La reina, la Cámara de los Comunes, la Cámara de los Lores, el primer ministro, los jueces… todos forman parte de un sistema político lleno de particularidades. Pero, ¿cómo funciona?
Reino Unido es una monarquía parlamentaria con instituciones que no pueden realizar su trabajo la una sin la otra.
Pero en las elecciones, los británicos solo eligen a los diputados que conforman la Cámara de los Comunes. De hecho, votan en su distrito a los candidatos que se presentan en él y hay 650 distritos diferentes.
No hay una papeleta con el nombre de los líderes de cada partido, como sucede en los sistemas presidenciales de muchos países de Latinoamérica.
Así por ejemplo, si se repitieran las elecciones, solo podrían votar directamente por Boris Johnson los habitantes inscritos en la circunscripción por la que él se presente. Actualmente representa a la de Uxbridge and South Ruislip.
Quienes ganan en cada uno de los distritos, reciben el mandato de representar a los ciudadanos en la Cámara de los Comunes.
Pero al llegar a Westminster, cada delegado se sienta en la bancada de su partido.
El partido o la coalición que aúne más miembros es la que nombra al primer ministro.
Como el que gana es el partido y no una persona, si algo le ocurre al primer ministro antes de que termine su mandato – se enferma, pierde la confianza de su partido, dimite… – no hay que convocar elecciones.
El partido gobernante sencillamente nombra a un sucesor.
Esto es exactamente lo que ocurrió este año en la política británica.
Cuando el 7 de junio se hizo efectiva la renuncia de Theresa May, la líder de los conservadores, su partido eligió como su sucesor en el cargo de primer ministro a Boris Johnson.
Cámara de los Comunes
Oficialmente denominada “Los Honorables Comunes del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte reunidos en el Parlamento”, la Cámara de los Comunes elabora leyes, supervisa el trabajo del gobierno y debate cuestiones de actualidad.
La Cámara de los Comunes es la cámara baja y su trabajo es similar al de la cámara alta, la de los Lores. En general, las decisiones tomadas en una cámara deben ser aprobadas por la otra.
Además es responsable de otorgar dinero al gobierno mediante la aprobación del presupuesto general o los proyectos de ley sobre los impuestos.
Su color es el verde porque, según señala la propia oficina de información de la cámara, es el color de la esperanza, la fe y el de los servidores públicos.
La sala de los Comunes está situada en un extremo del Palacio de Westminster. Debido a sus reducidas dimensiones muchos parlamentarios tienen que permanecer de pie.
Esta semana, dada la alta tensión en el Parlamento, los diputados se apretaban para seguir la sesión.
En las últimas semanas, los miembros de la cámara propinaron a Johnson dos duras derrotas con consecuencias muy importantes para el Brexit.
La llamada “alianza rebelde”, formada por 21 conservadores, cambió de bando para unirse al resto del arco parlamentario y retirar la agenda parlamentaria de las manos del gobierno.
Las divisiones en el Partido Conservador son tan grandes que sus miembros apoyaron esta iniciativa a pesar de que se les advirtió que, de hacerlo, serían expulsados de la formación.
Cámara de los Lores
Es la segunda cámara y complementa el trabajo de la Cámara de los Comunes.
A diferencia de los sistemas tradicionales donde la cámara alta es la de representación territorial, en el caso británico sirve más como un control y equilibrio para ambas cámaras.
“La mayoría de sus 814 miembros son nombrados de por vida por mérito o como recompensa por el servicio en el gobierno, pero 92 son hereditarios, lo que significa que están allí porque sus antepasados fueron ennoblecidos”, explica a BBC Mundo Ros Taylor, del Instituto Europeo y del Brexit de la London School of Economics.
Es decir que sus miembros o tienen títulos nobiliarios hereditarios o se los ha otorgado la reina por servicios a la corona. Sus cargos son vitalicios.
El color de la bancada es el rojo.
En algunos temas controversiales tienen derecho a introducir enmiendas, pero no a bloquear los proyectos de ley que les envía la Cámara de los Comunes.
Es lo que sucedió cuando se aprobó la ley del Brexit en marzo de 2017.
Los lores introdujeron dos enmiendas a esa ley para asegurar los derechos de los ciudadanos de la UE que residen en suelo británico y para que el Parlamento tuviera la última palabra para aprobar o rechazar el acuerdo de salida de Reino Unido del bloque comunitario.
Sin embargo, los comunes rechazaron esas modificaciones y aprobaron la ley inicial.
La corona
El jefe de Estado del Reino Unido es el monarca. Y el cargo es también hereditario. Actualmente la titular de la corona es la reina Isabel II.
La británica es una monarquía constitucional con gobierno parlamentario, con lo que se puede decir que el rey o la reina reinan pero no gobiernan; no toma decisiones políticas.
“La reina es jefe de Estado, pero tiene un papel simbólico. nombra al primer/a ministro/a, pero no lo elige. Tiene que nombrar al líder del partido que tiene la confianza de los Comunes”, le explica a BBC Mundo Tim Durrant, analista sénior del think tank Institute For Government.
Cuando uno de los partidos obtiene mayoría en el Parlamento, su líder visita el Palacio de Buckingham para ofrecer sus servicios como primer ministro a la reina.
Si hay cambio de mando, Isabel II recibe otra visita antes de esa: la del premier saliente, quien le ofrece su renuncia.
En cuestión de horas, el derrotado debe desocupar el número 10 de Downing Street, la residencia del jefe del gobierno y, mientras sale por la puerta de atrás, su reemplazo entra por la de delante y empieza a trabajar inmediatamente para formar su gobierno.
El gobierno
Los ministros que forman el gabinete del primer ministro deben ser elegidos entre los miembros de la Cámara de los Comunes o de la Cámara de los Lores.
Cada uno es responsable de un área particular de política gubernamental (por ejemplo, defensa, educación, salud).
“Cuentan en su labor con el apoyo de funcionarios públicos, que son políticamente imparciales y sirven a cada gobierno elegido”, dice Durrant.
“Los funcionarios públicos asesoran a los ministros sobre decisiones políticas y administran programas gubernamentales”.