Los acompañaba un perro entrenado en la detección de narcóticos quien de pronto se detuvo junto a un sobre de papel amarillo, que tenía una caja con tres estrellas de madera adornadas con estampas infantiles.
BBC NEWS MUNDO
Cómo funcionan las redes de tráfico de fentanilo entre carteles de México y China para venderse en Estados Unidos
Era una revisión de rutina. En el aeropuerto de Culiacán, Sinaloa, un par de agentes de la Guardia Nacional caminaban por entre las maletas y bultos descargados de un avión.
Parecía un regalo de cumpleaños. No lo era. Dentro de las estrellas los policías encontraron 80 pastillas de fentanilo, un potente opioide sintético que se ha convertido en una epidemia para Estados Unidos.
Más de 47.000 personas mueren cada añoen Estados Unidos por sobredosis de drogas sintéticas como el fentanilo, según la agencia Centros para el control y prevención de enfermedades de ese país.
Es una crisis que mantiene en alerta al gobierno estadounidense y ahora también al mexicano. Cada vez son más recurreentes las incautaciones de la droga y precursores químicos en puertos, terminales aéreas o carreteras de este país.
El decomiso en el aeropuerto de Culiacán, el pasado 11 de enero, es el caso más reciente. Pero hay otros mayores, como la confiscación de 23 toneladas de precursores para elaborar fentanilo en Manzanillo, Colima, en agosto de 2019.
Es el mayor cargamento de esta sustancia que se ha detenido hasta el momento en el país.
La ruta de China
La creciente presencia del opioide en México alteró el mercado ilegal del narcotráfico, reconocen especialistas y autoridades.
La droga, por ejemplo, desplazó a otros productos como marihuana y heroína como las principales fuentes de financiamiento de algunas organizaciones criminales.
Es también una preocupación trasnacional. De acuerdo con autoridades de México y Estados Unidos en los últimos años se estableció una red entre carteles mexicanos y de China para elaborar la droga, que se envía después a Estados Unidos.
El proceso de tráfico cambió desde 2017 según informes de la DEA, la Fiscalía General de la República (FGR) y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
Hasta ese momento el opioide solía enviarse desde China a las ciudades estadounidenses.
Pero después cambió la ruta. Carteles como Jalisco Nueva Generación (CJNG) y Sinaloa empezaron a importar precursores químicos para elaborar fentanilo en sus propios laboratorios.
De acuerdo con la DEA estas organizaciones -actualmente las más poderosas de México- se encuentran entre las mayores proveedoras de la sustancia a los consumidores estadounidenses.
“Es un tema cada vez más peligroso para México, pero también para Estados Unidos”, dice a BBC Mundo el especialista en seguridad Ricardo Márquez Blas.
“Es peligroso porque los carteles mexicanos cada vez tienen más capacidad de elaborar su fentanilo y distribuirlo por Estados Unidos”.
El modus operandi
¿Cómo funciona el tráfico de fentanilo desde China a México y después a Estados Unidos?
El punto de origen son los laboratorios ilegales que operan en el país asiático.
Según datos del Departamento de Justicia existen al menos 5.000 sitios en China donde se produce fentanilo, sustancias alternativas a la droga o los componentes para elaborarla conocidos como precursores.
En septiembre de 2018 Kirsten Madison, subsecretaria para Asuntos internacionales de narcóticos del Departamento de Estado reconoció que China es “una fuente principal de drogas sintéticas ilícitas” para Estados Unidos.
Algo que no ha cambiado desde entonces. De acuerdo con la DEA son tres los métodos para traficar el fentanilo desde ese país:
Originalmente eran envíos directos por correo o en embarques vía área que a veces se negocian en la llamada “internet profunda” (Deep web en inglés).
La práctica aún se mantiene pero ha sido paulatinamente desplazada por otras dos.
Otra modalidad es enviar contenedores de fentanilo en barcos mercantes que zarpan de los principales puertos de China u Hong Kong, por ejemplo.
La droga “viene disfrazada de cualquier cosa que se pueda imaginar” explica Márquez Blas. “Llega en contenedores de jabón, dentro de muñecos, con muchos envoltorios para disimular su verdadero contenido”.
De hecho la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), ha detectado varios embarques con estas características en el último año.
La Unidad es el organismo de la SCHP responsable de investigar lavado de dinero y operaciones fiscales irregulares.
Los cargamentos llegan a puertos mexicanos en el Pacífico, sobre todo Manzanillo, Colima y Lázaro Cárdenas, Michoacán.
Son los sitios “con mayor amenaza por el ingreso de fentanilo” reconoce Santiago Nieto Castillo, director de la UIF.
Fentanilo mexicano
Los puertos marítimos son los principales sitios de llegada del fentanilo, pero no son los únicos.
La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Guardia Nacional han detectado el arribo de cargamentos en aeropuertos internacionales como Culiacán, Manzanillo o Ciudad de México.
En todo caso el procedimiento a continuación suele ser el mismo. El opioide se mueve a laboratorios clandestinos donde se le incorporan otras drogas.
Lo más común es cocaína o heroína. La mezcla se divide en píldoras que se envían al mercado estadounidense.
Los laboratorios se encuentran, de acuerdo con datos de la Sedena, en poblaciones de Michoacán, Jalisco, Sinaloa, Durango o Baja California.
Son sitios con presencia del CJNG y el grupo de Sinaloa.
La tercera modalidad de tráfico, detectada recientemente por autoridades de ambos países, es la producción de fentanilo en territorio mexicano.
En este caso las organizaciones importan precursores de China, Taiwán u Hong Kong para mezclarlos en sus laboratorios y obtener el opioide que se divide en píldoras o pequeñas dosis en polvo.
La producción se envía a la frontera norte de México. Uno de los principales sitios de ingreso a Estados Unidos es la ciudad de Tijuana, Baja California y vecina del condado de San Diego.
Es el sitio con mayor confiscación de fentanilo en los últimos años según datos de la DEA y el servicio de Aduanas y Protección Fronteriza.
En ambas modalidades, el proceso para enviar el opioide de los laboratorios mexicanos a las calles estadounidenses es el mismo de otras drogas como metanfetaminas, explican especialistas:
Las dosis de fentanilo se mueven en pequeños cargamentos dentro de latas de comida, equipo automotriz, en juguetes o bolsas de dulces por ejemplo.
Una vez en ciudades del norte mexicano es común que la drogacruce la frontera en automóviles de ciudadanos estadounidenses, aunque también se interna por túneles.
Después se envía a los consumidores en sitios como Los Angeles, Chicago, Atlanta o Nueva York.
El origen
¿Por qué carteles como Sinaloa o Jalisco Nueva Generación establecieron redes para traficar fentanilo con organizaciones chinas?
Hay varios elementos, coinciden especialistas. Uno es la alta rentabilidad del negocio. Elaborar un kilo del opioide cuesta en promedio unos US$32.000 según el Departamento de Justicia.
Con ese kilo de fentanilo se puede producir un millón de dosis, que en el mercado estadounidense se venden en un promedio de US$20 millones.
Pero hay otras razones. Desde 2008, la DEA y la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito detectaron la operación de grupos del Cartel de Sinaloa en ciudades de Australia y Asia.
Y en el caso del CJNG existen elementos históricos. Los fundadores de la organización fueron Abigael González Valencia, El Cuini y Nemesio Oseguera Cervantes, “El Mencho”.
Ambos formaron parte del Cartel del Milenio, uno de los primeros en traficar con drogas sintéticas en México.
Los dos grupos han logrado adaptarse a las condiciones del mercado estadounidense de drogas, dicen a BBC Mundo expertos en seguridad como Alberto Islas.
Tal experiencia les permitió crear una extensa red de distribución en Estados Unidos, pero sobre todo crear una eficiente estructura de operación, añade. Con mucho dinero.