Desde su creación hace 20 años, la Fundación para la Vigilancia de Internet (IWF, en inglés) ha eliminado de la red más de 280 mil páginas que muestran abusos sexuales a niños.
BBC NEWS MUNDO
Cómo se sobreponen las personas que tienen el terrible trabajo de remover fotos de pederastia en internet
Estaban acostumbrados a ver imágenes dantescas. Algunos trabajaron antes en tareas forenses o han estado expuestos a las atrocidades de las zonas en conflicto, pero nada les podía haber preparado para esto.
Para cumplir con esa labor, sus empleados tienen que ver cada una de esas páginas.
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“En un día vemos cosas mucho peores de las que la mayor parte de las personas verá a lo largo de su vida”, dijo Peter, uno de los integrantes del equipo de 12 analistas de la IWF.
Tras haber pasado 23 años trabajando en inteligencia militar estaba acostumbrado imágenes impactantes procedentes de zonas de conflicto, pero nada se compara con tener que ver las imágenes abusos sexuales infantiles.
“Saber que estoy haciendo algo que hace una diferencia y que ayuda a estos niños es lo que me impulsa y me hace decir: vamos adelante a hacer este trabajo”, dijo.
El equipo del IWF reparte su tiempo entre gestionar centenares de denuncias del público y navegar por internet para rastrear cientos de imágenes cada día.
Luego de halladas, estas imágenes son bloqueadas a través de un sistema que las marca con una suerte de huella digital única y las incorpora a una lista especial con el fin de hacerlas desaparecer permanentemente de internet.
Debido a la naturaleza de su trabajo, los analistas solicitaron a la BBC no ser identificados por sus nombres.
Extremo y desgarrador
“Intento recopilar los detalles lo más rápido posible sin demorarme en ello”, dijo Darcy, una exanalista forense que lleva tres años trabajando con la IWF.
Darcy cree que es más fácil si sabe con anticipación que va a pasar todo el día buscando nuevas imágenes, pues eso le permite “prepararse mentalmente”.
La organización tiene una política que obliga a los analistas a tomarse 10 minutos de descanso por cada hora de trabajo y también dispone de un servicio gratuito de asistencia.
Según Darcy, ambas cosas también les ayudan a sobrellevar el trabajo.
Gran parte del contenido que ven es extremo, gráfico y desgarrador.
Por ejemplo, de las casi 125 mil 500 imágenes de abuso sexual contra niños que han sido marcadas por el IWF, dos tercios muestran violaciones o torturas sexuales.
Unas tres mil afectan a bebés o a niños menores de 2 años de edad.
Mientras mira los videos, Darcy intenta hacerlo con el audio apagado.
“A menos que sea necesario, escuchar lo que está diciendo el niño o el criminal, es difícil y yo, además, intento no ver los videos de principio o fin, sino que voy adelantando rápidamente”, explicó.
“Tienes que tener una cierta mentalidad para hacer el trabajo y luego tener la capacidad de desprenderte de todo lo que viste”, indicó Peter.
Pero eso no siempre es algo fácil.
“Llega un punto en el que ya has visto suficiente. Entonces, yo simplemente me levanto y me alejo de mi escritorio”, dijo.
“Cada quien lo gestiona a su manera, pero yo salgo a caminar alrededor del estanque en el jardín que hay fuera del edificio y pienso sobre cosas agradables durante un rato.
“Tengo una motocicleta y cuando me voy del trabajo, circulo en ella durante unos 30 minutos mientras me libero de algunas cosas en mi cabeza”.
Una imagen cada cuatro minutos
El 21 de octubre de 1993, la IWF recibió su primera denuncia telefónica en una pequeña habitación en una casa victoriana en un pueblo cerca de Cambridge.
Dos décadas más tarde, en la lista de miembros de esta organización no gubernamental hay grandes proveedores de servicios de internet y gigantes tecnológicos como Google o Facebook.
Los analistas de IWF han ayudado a analizar casi 700 mil denuncias, de las cuales más de 280 mil llevaron a la identificación de imágenes de abuso sexual contra niños.
También han identificado unas 125 mil imágenes con la huella digital única para incluirlas en la lista del contenido bloqueado.
Cada cuatro minutos, un analista marca una nueva imagen para incorporarla en esa lista.
Quizá es difícil entender qué motiva a gente como Darcy o Peter a dedicar sus carreras a pasarse el tiempo rodeados de imágenes perturbadoras de abusos infantiles.
Darcy lo explicó así: “Yo no me daba cuenta de cuánto impacto mi trabajo podía tener para una víctima. Ha sido muy bueno establecer un vínculo con el Centro contra la Explotación y para la Protección en Línea de la Policía británica (CEOP) y escuchar las historias sobre rescates de víctimas”.
“Poco después de unirme al IWF, identifiqué una imagen que parecía reciente. La imagen era de una niña en edad escolar en su dormitorio. Me fijé en la decoración y en su ropa. Entonces, todo el equipo empezó a buscar para intentar determinar de dónde era ella”, contó Peter.
“Reportamos el caso y a los pocos días la policía llamó para informar que la habían rescatado y que estaba a salvo. No puedo expresar lo bien que nos sentimos todos al escuchar esa noticia”, agregó.
“Hay que saber qué buscar: ropa, un acento o un vehículo en el fondo pueden ayudar a rescatar a los niños”, dijo Darcy.
“Una vez yo estaba mirando un video cuando vi un tomacorriente en una habitación de hotel que parecía estar en Inglaterra. Podía escuchar el sonido de fondo de una estación de radio, así que investigué un poco para ubicarla y lo reporté al CEOP”, contó.
“La Policía me informó que la niña había sido rescatada”, indicó.