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Coronavirus en niños: el estudio que muestra el bajo riesgo de los menores de enfermar de gravedad por la covid-19

Un nuevo estudio determinó que los niños infectados de covid-19 sufren formas más leves de la enfermedad.

La mayoría de los niños contagiados con covid-19 padecen síntomas leves o son asintomáticos.

La mayoría de los niños contagiados con covid-19 padecen síntomas leves o son asintomáticos.

En un momento en que en muchos países se preparan para el regreso de los niños a las escuelas existen muchas preocupaciones sobre el impacto que pueda tener la pandemia de covid-19 en los más pequeños.

Los datos disponibles hasta el momento muestran que este grupo de población no ha sufrido las peores consecuencias del nuevo coronavirus.

Ahora un nuevo estudio determinó que los niños infectados de covid-19 sufren formas más leves de la enfermedad y confirma lo que ya se suponía sobre los efectos mínimos del virus en los niños.

El estudio fue publicado por el British Medical Journal (BMJ) y establece que el riesgo de que los niños necesiten tratamiento hospitalario por el coronavirus es “pequeño” y de que se enfermen de gravedad es “aún más pequeño”.

Sin embargo, los niños de raza negra, con obesidad y los bebés muy pequeños tienen un riesgo ligeramente mayor.

El estudio de BMJ analizó a 651 niños con coronavirus en hospitales de Inglaterra, Gales y Escocia.

Cubre dos tercios de todas las admisiones de niños en hospitales de Reino Unido debido a la covid-19 entre enero y julio.

Mortalidad “sorprendentemente” baja

Un “sorprendentemente bajo” 1% de estos 651 niños y jóvenes (seis en total) falleció en el hospital con covid-19, en comparación con el 27% en los demás grupos de edad, encontró el estudio.

Niña con mascarilla y su muñeca.
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El estudio confirmó que el riesgo para los niños es extremadamente bajo.

El 18% de los niños necesitó cuidados intensivos.

Y los seis que fallecieron tenían condiciones de salud subyacentes “profundas”.

Los niños con tales afecciones siguen siendo vulnerables al virus y deben tomar precauciones, dijeron los investigadores.

Pero para otros, el riesgo es extremadamente bajo.

“No se han registrado muertes de niños en edad escolar sanos”, dijo el autor del estudio, el profesor Calum Semple, de la Universidad de Liverpool.

“No hay ningún perjuicio directo de que los niños regresen a la escuela”, agregó.

La doctora Olivia Swann, del Royal Hospital for Sick Children, en Edimburgo, y coautora del estudio, dijo que esperaba que los hallazgos fueran “extremadamente tranquilizadores para los padres de todo el Reino Unido”.

En Escocia las escuelas ya reabrieron, y se espera que en Gales e Inglaterra lo hagan el próximo mes.

Escolar con mascarilla y usando alcohol en gel.
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Muchos países elaboraron protocolos de higiene para estudiantes y funcionarios en el regreso a clase.

Síndrome respiratorio

Los síntomas más comunes en los niños ingresados ​​en el hospital fueron fiebre, tos, náuseas o vómitos y dificultad para respirar.

Los niños mayores tenían más probabilidades de tener dolor de estómago, dolor de cabeza y dolor de garganta.

De los 651 niños analizados en el estudio, el 42% tenía una condición de salud subyacente, siendo las más comunes enfermedades que afectan el cerebro y el sistema nervioso (11%), cáncer (8%) y asma (7%).

Pero tener asma, a diferencia de la obesidad, no aumentó la probabilidad de que los niños necesitaran cuidados intensivos.

A 52 de los niños estudiados, a también se les diagnosticó un síndrome inflamatorio multisistémico relacionado con el coronavirus, y el primer caso fue visto por los médicos a mediados de marzo.

Estos niños -ninguno de los cuales murió- eran más mayores (alrededor de 10 años) y era más probable que pertenecieran a una minoría étnica.

También tenían cinco veces más probabilidades de ser ingresados ​​en cuidados intensivos, donde respondían bien al tratamiento.

“Mayor incidencia”

Niño en una cama de hospital
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Uno de cada 10 niños en el hospital con coronavirus fue diagnosticado con un extraño síndrome inflamatorio.

Según su estudio, la definición de este síndrome ahora podría ampliarse para incluir síntomas como fatiga, dolor de cabeza, dolor de garganta y dolor muscular, dijeron los investigadores, además de los síntomas ya enumerados por la Organización Mundial de la Salud.

La doctora Liz Whittaker, del Imperial College de Londres, dijo que los hallazgos se hacen eco de otros estudios de la covid-19 en niños.

“Un número muy bajo de niños ingresó en cuidados intensivos y los investigadores informaron una tasa de mortalidad muy baja, especialmente en comparación con los adultos, pero también en comparación con la tasa de mortalidad debido a otras infecciones, influenza, varicela, meningitis, etc., y otras causas de muerte infantil, por ejemplo, accidentes de tráfico”, dijo.

El hecho de que los niños de raza negra se vean afectados con mayor frecuencia por el muy raro síndrome inflamatorio “refleja la mayor incidencia de infección por coronavirus en estas comunidades”, añadió Whittaker.

Más carga viral

No obstante, aunque los niños con coronavirus no son tan propensos a enfermarse tan gravemente como los adultos, otro estudio llevado a cabo en dos hospitales de Massachusetts (EE.UU.) y publicado en la revista científica Journal of Pedriatrics, determinó que pueden ser “portadores ocultos” y desempeñar un papel mayor de lo pensado en la propagación de la covid-19.

Niños en el regreso al colegio en EE.UU.
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Algunos estudios apuntan a que los niños pueden ser “portadores ocultos”.

“Me sorprendieron los altos niveles de virus que encontramos en niños de todas las edades, especialmente en los primeros dos días de la infección”, dijo Lael Yonker, directora del Hospital General de Massachusetts y autora principal del estudio.

“No esperaba que la carga viral fuese tan elevada”, agregó

El riesgo de contagio es mayor cuanto más elevada sea la presencia del virus.

“Los niños no son inmunes a esta infección y sus síntomas no se correlacionan con la exposición y la infección”, señaló Alessio Fasano, director del Centro de Investigación de Inmunología y Biología Muconasal en el Hospital General de Massachusetts.