Y esta semana fue detenido.
Samuel Oliver-Bruno, mexicano de 47 años, dejó su “santuario” en Carolina del Norte para acudir a una cita con las autoridades para completar su solicitud para quedarse en ese estado con su familia.
Pero cuando llegó a su cita, agentes del Servicio de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos (ICE, en sus siglas en inglés) le arrestaron.
Un grupo en defensa de los migrantes denunció que las autoridades le pusieron un “cebo” para detenerle. ICE sostiene que Oliver-Bruno no tiene ninguna base legal para permanecer en el país.
Personas cercanas a Oliver-Bruno llevaron a cabo una protesta y trataron de impedir que los agentes se llevaran al hombre, pero acabaron siendo detenidos.
El suceso se produce en un momento delicado para los migrantes en Estados Unidos.
El presidente Donald Trump ha reforzado su discurso contra la inmigración ilegal y ha amenazado a aquellos que intenten entrar al país, como la caravana de migrantes centroamericanos que emprendió este año rumbo a EE.UU. a pie.
BBC NEWS MUNDO
El mexicano que pasó un año en una iglesia “santuario” en EE.UU. y acabó detenido por la policía migratoria
Estuvo viviendo casi un año en una iglesia, refugiado para evitar la deportación.
- “Ya estamos en México, no vamos a parar”: miles de migrantes de la caravana desafían a Trump y siguen su camino hacia EE.UU.
- Ya estamos aquí. Queremos que Estados Unidos nos escuche”: cientos de migrantes se manifiestan pacíficamente en la frontera en Tijuana
La mayoría de los desplazados proceden de Honduras y aseguran huir de la violencia y la pobreza en su país de origen.
Casi un año el “santuario”
Según el diario The News & Observer, Oliver-Bruno emigró por primera vez a Estados Unidos en 1994, y su mujer le siguió dos años después.
Se desconoce cuándo volvió a México, pero fue arrestado en mayo de 2014 cuando trató de volver a EE.UU. a estar con su esposa, que se sometió por entonces a una operación de corazón.
El hombre se declaró culpable de entrar en el país con documentos falsos y, según informan medios locales, fue puesto en libertad en junio de 2016.
A finales de 2017 fue cuando decidió buscar refugio en la iglesia CityWell United Methodist de Durham, en Carolina del Norte, donde permaneció hasta ahora.
La organización Alerta Migratoria NC explicó que Oliver-Bruno estaba en el proceso de pedir una solicitud al Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS) para no ser deportado y poder quedarse con su mujer y su hijo.
Al hombre le solicitaron que fuera a la oficina del USCIS a registrar sus huellas dactilares para continuar con el proceso y cuando llegó, varios agentes de ICE sin uniforme le detuvieron y metieron en una furgoneta, explica el grupo en su página oficial de Facebook.
“Aquellos que fueron a la cita de Samuel (…) creen que fue un cebo para sacar a Samuel del santuario”, señala Alerta Migratoria.
Protestas
Varias personas trataron de impedir que se llevaran a Oliver-Bruno, sin éxito.
La policía arrestó a 27 personas -entre ellos, un pastor de la iglesia y el hijo de Oliver-Bruno, Daniel- después de que se negaran a dejar pasar el vehículo.
En un comunicado, desde ICE defendieron su actuación al señalar que Oliver-Bruno “no tiene base legal” para estar en Estados Unidos y “no tiene apelaciones pendientes”, informa la prensa estadounidense.
Police chief Patrice Andrews @Morrisville_NC @MorrisvilleNCPD – who promised to be a guardian and “caretaker of the community” – arresting a nonviolent protester earlier today when ICE detained Samuel Oliver–Bruno: pic.twitter.com/NU1LKGdezJ
— Damon Williams (@Damon_Elliot) November 23, 2018
No obstante, dos representantes del estado, David Price y GK Butterfield, condenaron el “brusco arresto” en un comunicado y pidieron su liberación.
“Si le deportan, ICE estará entregando a Samuel al peligro y la muerte“, advirtió Alerta Migratoria.
El grupo también advirtió que las autoridades no les están dejando entregar a Samuel sus medicinas para las diabetes o insulina, poniendo su vida “en peligro”.
La obispa Hope Morgan Ward de la iglesia en la que se refugiaba Oliver-Bruno, por su parte, pidió la intervención de los senadores estadounidenses.
“La crisis humanitaria relacionada con la inmigración no es lejana ni está apartada de nuestra vida común”, señala su comunicado.