Este tipo de imágenes tiernas, publicadas por vacacionistas rusos en Egipto en redes sociales, constituyen el último registro público de sus vidas.
Darina y sus padres están entre las 224 personas que murieron el sábado cuando el avión en el que viajaban se desintegró en el aire.
Una pareja que celebraba apenas su aniversario de bodas; un joven que viajaba en avión hasta Sharm el-Sheikh para proponerle matrimonio a su novia.
Al menos tres víctimas festejaban sus cumpleaños durante el viaje, de acuerdo con publicaciones en la red social rusa Vkontakte, Instagram y otros sitios.
Parientes, amigos y compañeros de trabajo de las víctimas colocaron ramos de flores y recuerdos en el aeropuerto Pulkovo de San Petersburgo, adonde debía llegar el avión.
Otras personas rinden homenaje a los fallecidos en la elegante Plaza del Palacio en la histórica ciudad, en una de cuyas vallas cuelgan fotografías de las víctimas.
Varias personas que acuden muy apesadumbradas o pensativas a los diversos lugares donde hay muestras de luto, se reservan compartir las historias de sus seres queridos fallecidos.
Darina Gromova fue la víctima de menor edad en el desastre aéreo. En la imagen, la bebé está recargada sobre el cristal de una ventana y al fondo se ven aeronaves.
La fotografía la tomó su madre, Tatyana, en el aeropuerto Pulkovo antes de que ambas emprendieran su viaje a Egipto.
En el video de su boda que un amigo de la pareja difundió en la red social VKontakte, aparecen Tatyana y Alexei Gromov abrazándose repetidamente, en un lago, una pradera y un columpio.
Ella muestra orgullosa su vestido. Tiene los ojos llorosos por la emoción después del intercambio de votos. Ambos bailan con parientes y amigos.
La hija de la pareja, Darina, había nacido en diciembre. La abuela de la bebé, Elena Gromova, dijo al sitio noticioso ruso Life News 78 que se había ofrecido a cuidar a la niña en casa durante el viaje de la pareja a Egipto, pero los padres rechazaron la propuesta.
“Quisieron que la niña los acompañara, para que pataleara en el mar” , dijo Gromova.
Anastasia Sheina, de 3 años, en los brazos de su padre, mira hacia abajo, hacia la lente de su madre, cuando suben al avión que los llevaría de regreso a Rusia.
“Hola, San Petersburgo; adiós, Egipto. Nos vamos a casa” , son las palabras con las que Olga Sheina acompañó la foto de su hija y su esposo Yiri en VKontakte.