“Que la prensa se meta en el **** esas latas de leche condensada”, agregó el jefe de Estado, que ha sido acusado de promover los crecientes ataques a la prensa y a los periodistas en los últimos dos años en el país.
El líder ultraderechista pronunció sus insultos en un evento privado en un restaurante en Brasilia, pero el video en que el mandatario pronuncia sus declaraciones en medio de ovaciones fue publicado en las redes sociales por varios de sus seguidores.
En el evento estuvo presente el ministro de Relaciones Exteriores, Ernesto Araújo, que se sumó a los que aplaudieron.
Las declaraciones de Bolsonaro fueron una respuesta a las informaciones publicadas por diferentes medios sobre el aumento de los gastos gubernamentales con alimentos.
Según datos oficiales citados por los medios, ese gasto fue en 2020 de US$360 millones, con un aumento superior al 20% en relación a 2019, entre todos los organismos del Poder Ejecutivo.
Entre los gastos fueron destacados US$440 mil en chicles y otros US$3 millones en leche condensada, producto que Bolsonaro dice que no falta en sus desayunos, lo que desató una enorme ola de memes en internet.
El Gobierno aclaró que tales gastos se refieren a todo el Ejecutivo, incluyendo las Fuerzas Armadas, y que la mayor parte de las compras estuvo destinada a las raciones que se ofrecen a los militares en servicio, incluyendo la leche condensada por su valor energético y su alto grado de preservación y los chicles por ayudar en la higiene bucal en circunstancias en que es difícil lavarse la boca.
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Los insultos del jefe de Estado a la prensa fueron apoyados por el diputado Eduardo Bolsonaro, uno de los hijos del mandatario, en un mensaje que publicó en sus redes sociales.
“Con la peor de las intenciones nos insultan de todo, desde nazis hasta genocidas, y ¿tenemos que respetarlos? ¿Tenemos que argumentar racionalmente? Claro que no. Contra asnos, éste es el lenguaje correcto”, afirmó el legislador.
Bolsonaro es acusado de incentivar los ataques a la prensa
Bolsonaro hizo sus polémicas declaraciones un día después de que la Federación Nacional de Periodistas (Fenaj) divulgara un informe según el cual los ataques a la prensa brasileña saltaron desde 135 en 2018 hasta 208 en 2019 y 428 en 2020, incentivados por la propia retórica del jefe de Estado contra los medios.
El órgano sindical atribuyó el recrudecimiento de los ataques a la prensa en los dos últimos años a la llegada al poder en Brasil del líder ultraderechista, que asumió su mandato en enero de 2019.
“En la evaluación de la Federación Nacional de los Periodistas ese crecimiento está directamente vinculado al bolsonarismo, movimiento político de extrema derecha capitaneado por el presidente Jair Bolsonaro, que repercute en la sociedad por medio de sus seguidores”, afirmó la presidenta de la Fenaj, María José Braga.
“Hubo un aumento no sólo de los ataques contra la prensa en general, sino especialmente de los ataques de ese grupo que, naturalmente, lo hace como forma de control de la información. Usa sus ataques para desacreditar a la prensa con el fin de que la población siga informándose en las burbujas bolsonaristas, que son lugares de propagación de informaciones falsas y fraudulentas”, agregó la dirigente sindical.
De acuerdo con el informe de la Fenaj, así como en 2019, Bolsonaro “fue nuevamente el principal autor de agresiones contra la prensa” en 2020.
El jefe de Estado, añadió, fue responsable por 175 ataques (40.89%) del total, de los que 145 fueron ataques genéricos y generalizados a los medios de comunicación o periodistas, 26 agresiones verbales, una amenaza directa a un periodista, una amenaza directa a un medio de comunicación y dos ataques a la Fenaj.
Para Braga, la postura del presidente sirvió de incentivo para que sus auxiliares y seguidores también adoptaran la violencia contra periodistas como práctica recurrente.
Otro informe divulgado el lunes por la organización internacional Reporteros Sin Fronteras (RSF) indicó que la mayoría de las 580 agresiones a los medios de comunicación que Brasil contabilizó en 2020 provinieron de Bolsonaro y de sus hijos.
Según RSF, el mandatario brasileño y sus tres hijos legisladores fueron responsables de 469 ataques, lo que corresponde al 85% de las agresiones de autoridades a los medios de comunicación del país el durante año pasado.