El documento contabiliza homicidios dolosos, lesiones corporales seguidas de muerte y crímenes durante robos; muertes provocadas por la policía así como agentes muertos tanto en servicio como fuera de éste. Es considerado el informe más extenso sobre este asunto.
El número de asesinatos contabilizados por la oenegé entre el 2011 y el 2015 en Brasil llega a 278 mil 839.
Según las estadísticas del Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, la guerra que asola a ese país ha matado a 256 mil 124 personas en el mismo período.
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La tasa de homicidios en el país fue de 28.6 por cada 100 mil habitantes contra 28.9 en el 2014, superando con creces el límite de 10 por 100 mil que la ONU considerada como violencia endémica.
Tres estados pobres de la región noreste son los más afectados por estos índices de violencia: Sergipe tomó la triste delantera con una tasa de 57.3 por 100 mil habitantes, un aumento de 18.2% respecto al informe del 2014.
Le sigue Alagoas que, al contrario, registró una caída de su tasa de 64.1 a 50.8 y por último Río Grande do Norte con 48.6.
El informe también deja en evidencia la brutalidad con que actúa la policía en Brasil con un registro de al menos nueve personas por día asesinadas por las fuerzas del orden.
En el 2015, tres mil 345 personas murieron a manos de la policía, un 6.3% más que el año anterior.
Por otro lado, 393 policías perdieron la vida en el 2015, 103 de ellos durante su servicio.
