La noche del domingo 9 de julio, el partido oficialista Nuevas Ideas (NI) oficializó que Bukele será su candidato presidencial en las elecciones de 2024 tras realizar sus primarias, en las que fue el único en inscribirse para la Presidencia.
“La eventual reelección del presidente representa una grave afectación al Estado Democrático de Derecho, ya que implica una violación a normas constitucionales ‘pétreas’ que no pueden modificarse ni siquiera por reformas constitucionales”, advirtió Cristosal.
Agregó que el presidente se postuló “obviando” las prohibiciones constitucionales y “justificándose en una resolución de la impuesta Sala de lo Constitucional en un proceso de pérdida de ciudadanía que no tiene efectos vinculantes”.
“La Constitución es tan clara respecto de esta prohibición que castiga con la pérdida de la ciudadanía a quien promueva la reelección inmediata – máxima sanción que puede tener un ciudadano- y faculta a la Asamblea Legislativa a desconocer al presidente cuando se mantenga en el poder finalizado su periodo”, puntualizó Cristosal.
Subrayó que son seis artículos de la Constitución los que prohíben la reelección inmediata.
#Comunicado | Mas allá de la transgresión constitucional, la prolongación arbitraria del presidente en el cargo, junto con la concentración del poder no conduce al progreso, sino a un modelo dictatorial, un peligro para todas y todos. 🧐 pic.twitter.com/lnipqfhFh4
— Cristosal (@Cristosal) July 10, 2023
Bukele anunció su intención de reelegirse en septiembre de 2022, un año después de un cambio de criterio de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, cuyos magistrados fueron elegidos en un proceso irregular y quienes fueron señalados por EE. UU. de ser “leales” al Ejecutivo de Bukele.
“Esta decisión permite la reelección presidencial inmediata y es claramente contraria a la Constitución salvadoreña que establece que la reelección inmediata no está permitida”, dijo en 2021 la entonces encargada de negocios de EE. UU. en El Salvador, Jean Manes.