Los buzos especializados, que el miércoles recuperaron cuatro cuerpos entre los restos del yate “Bayesian“, hundido el lunes a 50 metros de profundidad cerca de Palermo, hallaron un quinto cadáver el jueves por la mañana, comprobaron periodistas de la AFP.
La prensa italiana afirmó que se trataba de Lynch, sin precisar sus fuentes. Los guardacostas aseguraron después a AFP que ya habían sacado los cadáveres de todas las víctimas masculinas, confirmando así la muerte del magnate.
Entre los restos del naufragio queda solo el cuerpo de una mujer, la sexta de las personas que fueron dadas por desaparecidas, precisaron.
Lynch, de 59 años, un multimillonario conocido como el “Bill Gates británico“, celebraba a bordo del lujoso yate con amigos, colaboradores y abogados su absolución en junio en un juicio por fraude en Estados Unidos que podría haberle costado muchos años de cárcel.
El barco se hundió en cuestión de minutos a unos 700 metros del puerto de Porticello, tras el paso de un tornado el lunes por la mañana.
Se rescató a 15 personas, entre ellas seis pasajeros, incluidos una mujer y su hija de un año, y un miembro de la tripulación fue hallado muerto.
El miércoles se contabilizaron seis desaparecidos: Mike Lynch y su hija Hannah, Jonathan Bloomer -presidente de Morgan Stanley International, filial del banco estadounidense- y su esposa, y Chris Morvillo -abogado que defendió a Mike Lynch en su juicio en Estados Unidos- y su esposa.
“Una trampa”
Los testigos iniciales informaron de que el altísimo mástil de 75 metros del yate se había roto, pero nueva información indicó el miércoles que puede no haber sido así.
La velocidad a la que se hundió el barco y el hecho de que las demás embarcaciones a su alrededor no se vieran afectadas plantean dudas, en particular sobre si la quilla lastrada, que actúa como contrapeso del imponente mástil, estaba bajada o subida en el momento de la tormenta.
El patrón de The Italian Sea Group, propietario del astillero Perini Navi que construyó el “Bayesian”, apuntó a un error humano.
“Todo lo ocurrido apunta a una larga serie de errores. Los pasajeros no debían estar en los camarotes, el barco no debía estar fondeado”, declaró el jueves Giovanni Costantino en una entrevista al diario italiano Corriere della Sera.
“Un barco de Perini resistió al huracán Katrina, un huracán de categoría 5” que devastó Estados Unidos en 2005, subrayó. “¿Le parece que no puede resistir un tornado de aquí?”.
“Es costumbre que cuando el barco está fondeado haya un guardia en cubierta, y si estaba allí, no podía no haber visto venir la tormenta”, subrayó el armador.
“En cambio, (este yate) hizo agua mientras los invitados seguían en sus camarotes. Basta con un ángulo de 40 grados para que las personas en un camarote se encuentren con la puerta encima: ¿se imagina a un hombre de 60 o 70 años escalando para salir?”, lanzó.
“Cayeron en una trampa, estas pobre gente acabó como ratones”, afirmó Costantino.