Grupos de campesinos llegan ej viernes a las principales ciudades de Honduras con ramos de palma para venderlos en los templos católicos en la víspera del Domingo de Ramos que marca el inicio de la Semana Santa.
Los campesinos pernoctan en las atrios de las iglesias y regresan a sus comunidades del interior de ese país hasta que han vendido todos los ramos, en algunos casos hasta el domingo, como parte de las tradiciones religiosas de la Semana Santa en ese país centroamericano.
Los ramos son bendecidos en las misas del Domingo de Ramos, cuando se conmemora la entrada de Jesús a Jerusalén montado en un burro.
La Semana Santa en Honduras es de mucho colorido en las principales ciudades, en las que artesanos elaboran hermosas alfombras a base de serrín de pino con imágenes religiosas que tienen un tiempo efímero.
Algunas de las alfombras cubren más de 10 cuadras y son elaboradas por mujeres, hombres y niños.
