Los abusos habrían sido perpetrados en el instituto Próvolo, especializado en niños que sufren hipoacusia.
“Soy inocente. Sólo hice el bien”, declaró la monja ante el fiscal del caso, Gustavo Stroppiana, quien ordenó que la acusada permanezca en un centro carcelario para mujeres de la periferia de Mendoza, 1.000 Km al oeste de Buenos Aires.
En el caso están involucrados los sacerdotes Nicola Corradi y Horacio Corbacho, así como los empleados del instituto Jorge Bordón, José Luis Ojeda y Armando Gómez.
La investigación se inició a raíz de numerosas denuncias y más de 30 testimonios acusatorios.
“La monja mala”
La monja de origen japónes, prófugo por un mes, permanece detenida junto a otros cinco señalados de violación.
Obligar a los menores afectados a usar pañales para disimular el sangrado, producto de la violación, hacer entrega a uno de los sacerdotes a una menor para ser violada, proyectarles material pornografía infantil a las víctimas y tocarlas, son algunos de los señalamientos en contra de la religiosa Kumiko, de acuerdo con el medio argentino c5n.
“La monja mala”, es ahora el nombre con el que llaman a la religiosa, luego de conocerse la posible implicación en estos casos.