Los detalles de la captura, agregó, serán dados a conocer por el titular de la Comisión Nacional de Seguridad, Renato Sales, en una comparecencia ante la prensa anunciada para las 17.00 hora local (22.00 GMT) .
Según la versión oficial, el 26 de septiembre de 2014 un grupo de policías a sueldo de Guerreros Unidos dispararon en Iguala (Guerrero) contra decenas de estudiantes por órdenes del entonces alcalde, José Luis Abarca, supuestamente para evitar que sabotearan un acto oficial.
Seis personas murieron, incluidos tres alumnos de la Normal, y 43 jóvenes fueron detenidos por los policías y entregados al cártel Guerreros Unidos, quienes los asesinaron y quemaron en el basurero.
El líder de Guerreros Unidos, Sidronio Casarrubias, detenido en octubre pasado, declaró a las autoridades que el “Gil” le informó aquella noche, a través de un mensaje de texto telefónico, de un enfrentamiento en Iguala pero lo atribuyó al grupo rival Los Rojos.
Por ello, el líder del cartel ordenó hacer desaparecer a los jóvenes para defender su territorio, una instrucción que fue transmitida por el “Gil” a Felipe Rodríguez Salgado, alias el “Cepillo” y capturado en enero pasado.
La versión de la Procuraduría General de la República (PGR) sostiene que el “Cepillo” recibió a los jóvenes de manos de los policías corruptos en un lugar conocido como Loma del Coyote y los trasladó hasta el basurero de Cocula, donde fueron asesinados e incinerados.
Identifican a segundo cuerpo
Los restos de otro de los 43 estudiantes de una escuela rural normalista que desaparecieron fueron identificados por expertos forenses de la Universidad de Innsbruck, en Austria, dijo la procuradora general de México, Arely Gómez.
Se trata del estudiante Jhosivani Guerrero de la Cruz, del poblado de Omeapa, en el estado sureño de Guerrero, donde los estudiantes desaparecieron hace casi un año, precisó la funcionaria.
Es el segundo estudiante que es identificado por expertos de la Universidad de Innsbruck. Los restos de Alexander Mora Venancio fueron identificados en diciembre del año pasado.
Los estudiantes desaparecieron el 26 de septiembre del 2014 bajo la custodia de la Policía local después de estar secuestrando autobuses para transportarse al sitio de una manifestación. El gobierno federal mexicano ha señalado que fueron detenidos por las policías de las ciudades de Iguala y Cocula, y entregados a una banda de narcotraficantes que los asesinó e incineró en una hoguera gigante en un basurero.
El gobierno dijo que posteriormente las cenizas fueron colocadas en bolsas y arrojadas a un río cercano. La procuraduría general de la república señaló a inicios de este año que la mayoría de los restos estaban demasiado carbonizados para extraer material de ADN.
Un panel independiente de expertos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos cuestionó la semana pasada partes cruciales de la investigación del gobierno, y señaló que un fuego suficientemente caliente para incinerar 43 cuerpos no pudo haber ocurrido en dicho basurero.
43 estudiantes desaparecieron en septiembre del 2014
2 han sido identificados a la fecha con estudios de ADN
111 personas han sido detenidas por su supuesta implicación en el crimen.
Gómez dijo que los restos de Guerrero de la Cruz fueron encontrados en una de las bolsas en el río. Agregó que había una probabilidad de 72 a 1 de que el fragmento de hueso perteneciera a alguien relacionado (genéticamente) a la madre del estudiante.
Felipe de la Cruz, vocero de las familias de los desaparecidos, dijo que fueron informados el miércoles sobre la identificación más reciente, por expertos argentinos que también están trabajando el caso a solicitud de las familias. Esos expertos recibieron la información del laboratorio en Innsbruck y dijeron a los padres que no era una certeza, señaló.
Los expertos argentinos dijeron que no confiaban totalmente en el resultado, dijo De la Cruz. Los expertos sudamericanos sostienen que no saben de dónde provino la bolsa y no pueden confirmar que fue del basurero en Cocula, como dice el gobierno.
No es cien por ciento cierto definitivo, dijo De la Cruz, por lo que para los padres de los desaparecidos no era creíble.
Según la versión oficial, el 26 de septiembre del 2014 un grupo de policías dispararon en Iguala (Guerrero) contra decenas de alumnos de la Escuela Normal de Ayotzinapa, dedicada a la formación de maestros, por órdenes del entonces alcalde esa localidad, José Luis Abarca, con un saldo de seis muertos y 25 heridos.
Los policías, que estaban a sueldo del cartel Guerreros Unidos, capturaron a 43 jóvenes y los entregaron al grupo criminal, que los asesinó e incineró en Cocula.
En un reciente informe, un grupo de expertos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que investigó el caso durante seis meses cuestionó la versión de que los cadáveres de los jóvenes fueron quemados en el basurero.