La policía de Fangchenggang (donde se encuentra el puerto) descubrió el engaño al comprobar que algunas cajas de pescado eran más pesadas de lo habitual, explicó la oficina de seguridad pública de la ciudad.
Según este organismo, el marfil de un elefante adulto suele pesar unos 95 libras y las escamas de un pangolín (especie protegida en China, pero cotizada por su carne y propiedades médicas) hasta 1 libra por lo que la carga confiscada involucraría la matanza de al menos siete elefantes y unos 2 mil pangolines, un mamífero hormiguero que vive en las zonas tropicales de Asia y África.
Según Xinhua, la ley china establece penas máximas de 10 años para todo aquel que capture, mate, venda, coma o compre animales en peligro de extinción bajo protección del estado.
Además, actualmente está prohibida la importación de productos de marfil en China hasta marzo de 2016, después de que numerosas organizaciones denunciaran que el consumo de este producto en China estaba acabando con la población de elefantes en África.
China es el mayor país de destino del marfil ilegal y las confiscaciones de este producto son habituales en las zonas fronterizas o puertos comerciales.