Internacional

Comienza diálogo nacional en Nicaragua para resolver crisis sociopolítica

El diálogo nacional de Nicaragua que busca resolver la crisis sociopolítica del país comenzó este miércoles en Managua, con la participación del presidente Daniel Ortega, empresarios, sociedad civil, estudiantes universitarios, y los obispos como mediadores.

Policías de la Unidad K9 llegan a la Conferencia Episcopal de Nicaragua antes del llamado encuentro de "diálogo nacional" entre los obispos católicos del país centroamericano, el presidente nicaragüense Daniel Ortega y la oposición. (AFP).

Policías de la Unidad K9 llegan a la Conferencia Episcopal de Nicaragua antes del llamado encuentro de "diálogo nacional" entre los obispos católicos del país centroamericano, el presidente nicaragüense Daniel Ortega y la oposición. (AFP).

El diálogo se desarrolla en el Seminario Interdiocesano Nuestra Señora de Fátima, al oeste de Managua, bajo un fuerte dispositivo de seguridad, que abarca hasta 1 mil metros alrededor de la sede.

El mandatario entró al lugar acompañado de su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo, en medio de fuertes medidas de seguridad y con diversos agentes motorizados como escoltas.
Ortega llegó al Seminario Interdiocesano Nuestra Señora de Fátima, al oeste de Managua, acompañado de su esposa y vicepresidenta del país, Rosario Murillo, en medio de fuertes medidas de seguridad y gritos de “asesino” que lanzaron opositores al paso de la caravana oficial.
Pasadas las 10.15 hora local (16.5 GMT), comenzó la instalación del diálogo nacional en medio de la cual la representación de los estudiantes universitarios comenzó a gritar “¡eran estudiantes, no eran delincuentes!”, en relación a los compañeros muertos durante las protestas.

“Presidente, exigimos que cese de inmediato la represión”, clamó el representante de los estudiantes en el diálogo, Lésther Alemán, antes de que iniciara Daniel Ortega su discurso.
Numerosos manifestantes opositores, situados a metros del seminario, recibieron la caravana de Ortega con gritos de “asesino”. 

Nicaragua espera que el diálogo nacional ponga fin a una crisis causada por multitudinarias manifestaciones a favor y en contra de Ortega, que ha cobrado entre 58 y 65 muertes en 29 días.

Más muertos y ciudades bloqueadas 

Dos estudiante murieron la madrugada de este miércoles en un ataque contra la Universidad Politécnica de Nicaragua, donde al menos 45 ciudades registran bloqueos, a horas de que se instale un diálogo 
Estudiantes atrincherados en la Universidad Politécnica de Nicaragua (Upoli) denunciaron que dos compañeros suyos murieron esta madrugada en un ataque armando, en el que posiblemente se usaron armas con silenciador, de acuerdo a su explicación.

Un grupo de mujeres perteneciente al Movimiento Madres de Abril protesta por la muerte de estudiantes en los enfrentamientos con la Policía.(EFE).

La Upoli ha sido blanco de constantes ataques que los estudiantes atribuyen a la Policía y a los grupos de choque oficialistas conocidos como turbas.
El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) elevó este miércoles su lista de fallecidos confirmados de 54 a 58, y está constatando la denuncia de los suceso de la Upoli esta madrugada. Otros organismos humanitarios cuentan 65 muertos a lo largo de la crisis.

El martes tras 24 horas de violencia en la ciudad de Jinotega, al norte de Managua, se reportó una nueva víctima mortal, identificada como Wilder Reyes, de 37 años, trabajador de la Alcaldía de Matagalpa (norte), según dijo a medios oficiales el alcalde de esa ciudad, Sadrach Zeledón.
La violencia ha derivado de enfrentamientos entre pobladores nicaragüenses que piden la renuncia del presidente del país, Daniel Ortega, y la Policía Nacional apoyada por la Juventud Sandinista y fuerzas de choque oficialistas conocidas como “turbas”.

Estudiantes protestan en contra del gobierno de Daniel Ortega en Managua (Nicaragua). (AFP).

Para garantizar la seguridad de Ortega en el diálogo, que tendrá como escenario el Seminario Interdiocesano Nuestra Señora de Fátima, al oeste de Managua, la Policía Nacional estableció un perímetro de seguridad de entre 200 y 1 mil metros de extensión.
Asimismo, la Policía dio permiso para que integrantes del Frente Nacional de los Trabajadores (FNT), un sindicato aliado de Ortega que es dirigido por el presidente de la Asamblea Nacional, el sandinista Gustavo Porras, se manifieste a 200 metros de la mesa de diálogo, pero mantendrá a mayor distancia cualquier manifestación contra el presidente.

Plantón ciudadano

Los ciudadanos “autoconvocados” de Nicaragua se citaron para hacer un plantón cerca del perímetro de seguridad establecido por la Policía, para mostrar respaldo a los participantes en el diálogo que no pertenecen al Gobierno.

Aunque en Managua la mayoría de los bloqueos en las calles fueron disueltos por la Policía, al menos 45 ciudades de todos los departamentos de Nicaragua permanecen con sus vías principales obstruidas, tanto para protestar como para evitar ataques de policías y fuerzas no oficiales del Gobierno.

Tanto la empresa privada como la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN), que actúa como mediadora y testigo del diálogo, han insistido en que las protestas en Nicaragua han iniciado de forma pacífica, pero terminan en violencia a causa de la represión del Gobierno, que se han extendido por más de 14 horas, como fue el caso de Masaya, o más de 24 horas, como ocurrió en Matagalpa.

Miles de nicaragüenses salieron a las calles de la capital para exigir la renuncia del presidente Daniel Ortega.(EFE).

Este miércoles se cumplen 29 días de una crisis causada por multitudinarias manifestaciones a favor y en contra del presidente nicaragüense, Daniel Ortega, que comenzaron con protestas en contra de unas reformas a la seguridad social y que continuaron debido a las víctimas mortales de los actos represivos.
En la mesa del diálogo nacional participarán el Gobierno, los estudiantes y representantes de la sociedad civil y del sector privado, entre otros, el Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), la Cámara de Comercio Americana (Amcham), y la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides), además de la CEN.
Algunos sectores, como los campesinos y la academia, han denunciado que fueron excluidos de la mesa.