Un choque amoroso libera moléculas químicas euforizantes similares a las que se producen con la toma de cocaína, se llaman dopamina, oxitocina, adrenalina e incluso vasopresina y del flechazo al beso suele no haber más que un solo paso.
El beso que relaja también libera sustancias químicas; tres sistemas cerebrales tienen un papel clave en el aparejamiento y la reproducción del Homo Sapiens. El deseo sexual alimentado por la testosterona, hormona masculina en hombres y mujeres, lleva a buscar múltiples parejas.
El amor pasional u obsesivo concentrado en una sola persona es debe probablemente debido a una actividad intensa de la dopamina, estimulante natural. El vínculo que permite a dos personas seguir juntas se atribuye a un nivel elevado de la oxitocina, hormona materna.
Más del 90% de las personas se besa, al igual que otros mamíferos como los rinocerontes o los lobos marinos, que al igual que la especie humana, aprecian ese gesto.
- Además vea: “Londinenses buscan amor en el silencio”.