En tanto, su antecesor en el cargo Ricardo Jaime recibió seis años de prisión por el primer cargo.
El tribunal también condenó a Sergio Cirigliano, dueño de Trenes de Buenos Aires (TBA) , la empresa concesionaria del servicio de ferrocarril al momento del siniestro, a nueve años de prisión.
El maquinista Marcos Córdoba, recibió una pena de tres años y seis meses de prisión por estrago culposo.
Tragedia
En la mañana del 22 de febrero del 2012 el tren que conducía Córdoba, atestado de pasajeros que viajaban desde los suburbios del oeste de Buenos Aires rumbo a sus trabajos en la capital, ingresó a la estación de Once y chocó contra el paragolpes del andén.
El accidente, uno de los más graves en la historia de Argentina, puso en el tapete las deficiencias del servicio de ferrocarriles privatizado en la década de 1990 y la falta de controles por parte del Estado, pese al desembolso de millones de dólares al año en calidad de subsidios para mantener las tarifas baratas.