Hay granjas “bloqueadas” en cuatro países en los que “se confirmó la presencia de la utilización ilegal de este producto”: Bélgica y Holanda, donde se originó la crisis, y Alemania y Francia, según esta fuente.
Los otros integrantes de la lista “recibieron exportaciones procedentes de estos cuatro países”, agregó.
La Comisión anunció asimismo este viernes que reunirá a los países afectados para “sacar las lecciones” de la crisis, al parecer el 26 de septiembre.
En el centro de esta crisis está el uso de fipronil -un antiparasitario estrictamente prohibido por la UE en criaderos de gallinas- por empresas especializadas en la desinfección de explotaciones agrícolas.
“Estamos frente a la utilización ilegal de un producto que no debería haberse usado en estas circunstancias”. Daniel Rosario, portavoz de la Comisión Europea.
Las investigaciones llevadas a cabo en Bélgica y en Holanda se aceleraron el jueves, lo que condujo a la detención de dos dirigentes de una empresa que presuntamente utilizó este producto en gallineros en un tratamiento contra el piojo rojo.
El escándalo estalló la semana pasada que llevó a retirar millones de huevos de las góndolas de supermercados alemanes y holandeses.
El fipronil se utiliza habitualmente como antipulgas y antigarrapatas para perros y otros animales domésticos, pero está prohibido en la cadena alimentaria. A altas dosis puede provocar problemas neurológicos y vómitos.