Según los informes preliminares de la Policía, una mujer se conducía en un vehículo y otra mujer y tres hombres se transportaban a corta distancia en otro vehículo, cuando ambos fueron atacados tiros por personas y causas desconocidas en la segunda ciudad de Honduras, situada 240 km al norte de la capital.
Dos sospechosos que iban en otro auto fueron detenidos con “fuertes indicios” de haber participado en los dos ataques.
En tanto, cinco personas murieron en hechos distintos en El Salvador.
Los primeros tres asesinatos fueron perpetrados en una zona popular de la capital y las víctimas fueron identificadas como Griselda Vásquez Paz, José Vásquez Paz y Brenda Hernandez Rivas.
Según trascendió en medios locales, los cadáveres fueron encontrados con las manos atadas y con heridas de bala en la cabeza.
De igual forma, la Fiscalía reportó el asesinato de Oscar Alfredo Morales Pineda y un menor de edad, ambos supuestos miembros de la pandilla Barrio 18, en la localidad de Guazapa en el departamento de San Salvador.
El Salvador vive un recrudecimiento de la violencia, atribuido a las pandillas, que se ha cobrado la vida de dos mil 230 personas en lo que va del año, un 58% más que en el mismo lapso de 2015, cuando se contabilizaron mil 404 muertes violentas.
Freno a desarrollo
El director del Banco Mundial (BM) para Centroamérica, Humberto López, advirtió de que las “extremadamente altas” tasas de violencia y criminalidad que sufre El Salvador son un escollo social y también de desarrollo.
“En el Banco lo vemos no solo como un problema social, que lo es, sino también como un problema de desarrollo”, expresó el directivo español, de origen vasco, durante una entrevista en Guatemala, en la que no dudó en agregar que esta situación tiene además un “impacto negativo” en el clima de inversiones y en el crecimiento.
Según explicó el economista, las compañías salvadoreñas dedican alrededor de un 4 por ciento de sus ventas a mejorar su seguridad, debido, sobre todo, a los altos índices de violencia.
Pero en un país cuyo crecimiento económico se sitúa en un 2.5 %, el panorama se agrava, pues no se generan empleos ni oportunidades para los más jóvenes, que en muchas ocasiones caen en la “tentación” de entrar en una pandilla o en grupos de narcotráfico.
Es ahí, manifestó López, donde está el peligro de “entrar en un círculo vicioso”, por lo que el Banco Mundial implementa programas de prevención, empleabilidad y apoyo a municipalidades.
Las autoridades de Seguridad acusan a las pandillas Mara Salvatrucha (MS13) , Barrio 18 y otras minoritarias de generar la escalada de violencia que vive El Salvador en 2016.
Recientemente el Ejecutivo salvadoreño desplegó dos batallones especiales de seguridad con el objetivo de combatir la violencia y recuperar los territorios tomados por las pandillas.
Cuestionado sobre estas medidas, el director del BM para Centroamérica fue enfático en decir que este aspecto de la lucha contra el crimen está dentro de dar cumplimiento a la ley, mientras que la entidad mundial trabaja únicamente y exclusivamente en la prevención.