“Cada día, las mujeres pobres (de Filipinas) experimentan las peores formas de violencia”, recordó la activista, que denunció el olvido de estos casos por parte de las autoridades.
Palabay hizo los comentarios después de que el fin de semana salieran a la luz unas imágenes de Duterte, alcalde de Davao y conocido por sus frecuentes declaraciones de carácter violento y machista, bromeando sobre la violación colectiva que sufrió la misionera Jaqueline Hamill.
“¿Estaba enfadado porque la violaron? Sí”, dijo Duterte en un evento público al recordar el suceso en el que Hamill fue violada y asesinada por un grupo de presos durante motín en una cárcel del sur de Filipinas que visitaba.
“Pero era tan guapa… ¡El alcalde debió haber sido el primero (en violarla)!”, espetó el político filipino, un comentario que desató numerosas carcajadas entre los asistentes.
Una asociación de estudiantes de la Universidad de Ateneo, una de las más importantes del país, también condenó las declaraciones de Duterte.
“La violación no es un chiste y restarle importancia a la violencia contra la mujer es impropio de cualquier ser humano, especialmente de alguien que (…) aspira a liderar una nación”, afirmó el grupo en un comunicado.
Las redes sociales también se llenaron de comentarios de indignación por las declaraciones de Duterte y muchos le calificaron de “vergüenza” para el pueblo filipino.
Tras la oleada de críticas, el candidato a la presidencia evitó retractarse y aclaró que su comentario no era en tono jocoso, sino una afirmación fruto de la rabia que aun sentía por la revuelta carcelaria en la que también murieron otros 5 rehenes y 16 presos.
“No era una broma, estaba narrando algo. No estaba sonriendo”, dijo Duterte según el diario Inquirer.
“No me hagáis pedir perdón por algo que no hice. Es una cuestión de honor. Lo dije en un momento de ira, agregó el político.
Duterte ha sido alcalde de Davao durante 22 años, y se ha ganado la confianza de muchos filipinos al lograr que la ciudad pasara de ser una de las más peligrosas del mundo a una de las más seguras.
Sin embargo, también se le conoce como “El Castigador” o “Harry el Sucio” por sus políticas radicales en la lucha contra el crimen.
Human Rights Watch le acusó el año pasado de ser el responsable de los “escuadrones de la muerte” que han matado a mil supuestos criminales desde 1990.
“Somos la novena ciudad más segura del mundo. ¿Como creéis que lo he hecho? (…) Les maté a todos (los criminales)”, dijo el año pasado Duterte durante un discurso público.
Pese a este tipo de declaraciones, las últimas encuestas sitúan a Duterte a la cabeza de la carrera hacia la Presidencia de Filipinas, seguido de cerca por la senadora Grace Poe.