“Parecía muy serio sobre eso, mostraba al bebé y preguntaba si podía empeñarlo”, dijo luego al canal local de NBC el dueño del negocio, Richard Jordan.
“Los detectives siguieron varias pistas para identificar a Slocum con el objetivo principal de determinar la seguridad del niño”, informó esta semana la policía de Sarasota.
Docenas de oficiales rodearon la casa de Slocum como un enjambre. Resultó ser un padre soltero de un bebé de siete meses llamado Caden que publicaba videos chistosos (o esa era la idea) en su Snapchat.
Pero “no les pareció gracioso para nada y gastaron un montón de recursos, tiempo y dinero en esto”, lamentó Slocum. La policía determinó que el niño estaba a salvo y no inculpó al bromista.
“¡Esto no es gracioso!”, dijo el comerciante al canal de televisión, visiblemente molesto. “No es gracioso, esto es un negocio serio”.
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