El plazo inicial era que los 195 países miembros dieran su visto bueno la tarde del viernes a este acuerdo histórico, que busca contener el calentamiento del planeta.
“Preferimos tener el tiempo de consultar a las delegaciones a lo largo del viernes”, señaló esta fuente, que dijo que el maratón nocturno de negociaciones se desarrolló en un “buen ambiente”.
“Las cosas van en la buena dirección”, aseguró el presidente de la COP21, el canciller francés Laurent Fabius.
Hacia las seis de la mañana (05H00 GMT), los negociadores ya habían abandonado las salas de reunión y algunas delegaciones se dirigían hacia la salida del centro de convenciones de Le Bourget, al norte de París.
Dos negociadoras centroamericanas dijeron a la AFP que “los asuntos que estaban abiertos, siguen abiertos”.
El ministro nicaragüense de Políticas Nacionales, Paul Oquist, contó que “todo el mundo ha hablado, todo el mundo ha expresado su opinión”, e indicó que la jornada del viernes estaría dedicada a “consultas”, antes de la publicación de un nuevo texto el sábado.
Dos representantes de otra delegación latinoamericana tuvieron la impresión de que por primera vez que “China y Estados Unidos medían sus fuerzas” durante las sesiones de negociación.
“China dijo todo lo que no le gustaba del texto”, señaló a la AFP uno de ellos, e indicó que si se tienen en cuenta las apreciaciones del negociador chino, habría que “reescribir todo”.
“El discurso de —el secretario de Estado norteamericano John— Kerry fue muy bueno, pero muy duro con los países en desarrollo”, al referirse al principio de “diferenciación”, redactado en terminos finalmente aceptables para Washington.
Kerry defendió en su intervención nocturna que el texto “refleja bien el principio de diferenciación”, había indicado hacia las 2 de la madrugada un negociador europeo.
El centro de los debates sigue siendo el principio de “responsabilidades comunes pero diferenciadas” inscrito en la Convención de Río de 1992, que opera una distinción entre países desarrollados y países en desarrollo en cuanto a la responsabilidad histórica del cambio climático.
Los países industrializados temen ser los únicos en realizar mayores esfuerzos económicos y de reducción de gases de efecto invernadero en virtud de ese principio. Por ello, presionan para que los países emergentes, como China e India, que se han convertido en grandes emisores de gases de efecto invernadero, también tengan la obligación de arrimar el hombro, una opción que estos rechazan de plano.
Seguro de aprobación
El canciller francés Laurent Fabius, que preside las negociaciones sobre el clima en París, dijo este viernes que el sábado presentará un proyecto final de acuerdo, cuya aprobación da por descontada.
“Estamos casi al final del camino, soy optimista”, dijo Fabius. “Tras las consultas que voy a realizar, podré presentar a todas las partes mañana a las 09H00 (08H00 GMT) un texto que, estoy seguro, será aprobado y constituirá un gran paso para toda la humanidad”, agregó.