Las muertes han llevado a que la NOAA declare un “evento de mortandad inusual” para los animales.
Las focas finas o lobos finos se reproducen casi exclusivamente en la Isla de Guadalupe, cerca de Baja California, México, a más de 965 kilómetros de donde han llegado a morir en California.
Las focas macho pueden llegar a tener 2 metros de largo y pesar hasta 181 kilos.
La cacería hizo que la especie estuviera a punto de la extinción a finales del siglo XIX pero desde entonces su población se ha ido recuperando lentamente.